Madrid, 30 ene (.).- El analista de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) Heymi Bahar cree que potenciar las inversiones en renovables en España pasa por dar certidumbre a la regulación sobre cómo será el mercado en los próximos años, especialmente tras la adopción del impuesto a las grandes energéticas y el tope al gas.
Así se ha expresado durante la presentación del informe "Renewables 2022" de la AIE, organizada este lunes por el Club Español de la Energía, un texto que advierte de que cualquier intervención del mercado -como la que supone el nuevo gravamen- debe proteger a los ciudadanos de la volatilidad de los precios, pero sin que repercuta negativamente en las inversiones en renovables.
En opinión de los expertos de la agencia, iniciativas propuestas en Europa como puedan ser el tope en el mercado mayorista o el impuesto a las compañías energéticas, pueden provocar incertidumbres entre los inversores si no están bien diseñadas o coordinadas entre los países.
Y es que, aunque existe una "sólida justificación" detrás de estas medidas, la AIE opina que el impacto debe evaluarse en términos del daño potencial a la capacidad de los desarrolladores de renovables de invertir en nuevos proyectos.
A ello se suma el debate sobre la reforma del mercado eléctrico europeo a raíz de la crisis energética, con el objetivo de impulsar el despliegue de estas energías, garantizar la seguridad y fomentar la inversión en recursos que proporcionen una mayor flexibilidad.
Sin embargo, la agencia ve "importante" que cualquier propuesta se prepare de forma cuidadosa y transparente, e involucre a todas las partes interesadas, precisamente, para evitar la incertidumbre.
Sobre todo ello se ha pronunciado Bahar, que ha insistido en que la implantación de gravámenes adicionales a las empresas del sector "deberían no dañar" la capacidad de la industria para invertir en unas nuevas renovables que el Viejo Continente "necesita de forma drástica" para acabar con la dependencia del gas ruso.
De ahí que la AIE sostenga que los impuestos a las energéticas graven sólo los beneficios extraordinarios y no los ingresos.
En España, la prestación patrimonial gravará durante dos años -2023 y 2024, con referencia a las cuentas del ejercicio anterior- las ventas de las energéticas con un tipo del 1,2 %, a excepción de los ingresos regulados y los procedentes de fuera de España.
Afectará a todas las eléctricas, gasistas y petroleras que facturaron más de 1.000 millones en 2019, salvo aquellas cuya actividad energética no sea la principal; así como a las productoras de petróleo o gas natural, minería de carbón o refino en España
"INCREÍBLE CRECIMIENTO" DE LAS RENOVABLES EN ESPAÑA
Bahar ha recordado el "increíble crecimiento" del mercado español de las renovables hasta antes de la invasión rusa de Ucrania, una evolución que lo llevó a convertirse en uno de los más grandes de la región por detrás de Alemania.
"Y todavía lo sigue siendo, pero es importante entender cómo evolucionará el mercado porque, desde entonces, se han realizado muchos cambios y han aparecido muchas incertidumbres", ha apuntado.
Asimismo se ha pronunciado acerca de la futura reforma del mercado eléctrico europeo, la cual -ha recalcado- debería ser capaz de abordar a la vez la necesidad de atraer inversiones en renovables y una mayor flexibilidad.
MISMO AVANCE EN EL PRÓXIMO LUSTRO QUE EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS
A tenor de "Renewables 2022", la preocupación por la seguridad energética una vez estallado el conflicto en Ucrania ha llevado a los países a apostar más por las renovables, hasta el punto de que se estima que la capacidad mundial de estas energías aumente en 2.400 gigavatios (GW) entre 2022 y 2027.
Se trata de una subida un 30 % superior a la que pronosticó la AIE hace un año, lo que indica la rapidez con la que los gobiernos han tomado medidas.
El informe vaticina además que las energías renovables representarán más del 90 % del crecimiento de la capacidad mundial de electricidad durante los próximos cinco años.
De hecho, ha señalado Bahar, en los próximos cinco años el avance de la capacidad renovable será igual que el conseguido en los últimos veinte años.
Sólo en Europa, el aumento entre 2022 y 2027 se doblará respecto a los cinco años anteriores, aunque podría ser mayor si los Veintisiete simplificaran y redujeran los plazos para la obtención de permisos, aumentaran los incentivos a los biocombustibles para el transporte y fomentaran la tecnología aplicada al calor.