Bruselas, 21 mar (.).- La mayor patronal europea de la automoción, ACEA (BIT:ACE), reclamó incentivos para la compra de vehículos eléctricos como en China o Estados Unidos y menos legislación para no asfixiar a la industria.
"Europa y su industria automovilística se encuentran en un punto de inflexión. Los retos son enormes, al igual que la presión sobre la industria del automóvil (...). Ya no lideramos la carrera tecnológica", declaró en un comunicado el presidente de Renault (EPA:RENA) y de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles, Luca de Meo.
El mensaje de la industria de la automoción llega en vísperas de la cumbre europea este jueves y viernes en la que los líderes de los Estados miembros de la UE y de las instituciones comunitarias debatirán sobre la estrategia de competitividad de la UE.
"A medida que disminuyen los incentivos a la compra de vehículos de emisiones cero en la UE, observamos un apoyo masivo a nuestros competidores de China y Estados Unidos. Todo esto ocurre en un contexto en el que la competitividad europea global se está erosionando", agregó De Meo.
La directora general de ACEA, Sigrid de Vries, señaló que la automoción europea se ha enfrentado en los últimos años a un "enorme volumen de nueva legislación, que abarca desde la reducción de las emisiones de CO2 del tubo de escape hasta la incorporación de criterios de sostenibilidad y diligencia debida".
"Aunque la legitimidad de estas iniciativas no se cuestiona, y la industria invierte mucho en cumplir sus objetivos, Europa puede y debe mejorar para que la legislación sea coherente, realizable y competitiva en un contexto global", agregó.
La directora de ACEA, Sigrid de Vries, criticó específicamente la reciente propuesta de la Comisión Europea sobre la normativa Euro 7, que pretende endurecer los criterios para emisiones contaminantes de las ruedas y los frenos de los vehículos.
"Es un ejemplo paradigmático de una normativa que añadirá complejidad e incertidumbre a las decisiones e inversiones clave de los fabricantes europeos de vehículos, sin aportar los beneficios medioambientales que dice ofrecer", dijo De Vries.
Según la industria, la normativa vigente y el aumento de los vehículos eléctricos podrían reducir las emisiones de partículas NOx hasta un 80 % de aquí a 2035 en relación con los niveles de 2020, mientras que la nueva normativa sólo añadiría a ese umbral 4 puntos porcentuales para turismos y 2 puntos para camiones.
"Este impacto marginal tendría un coste elevado", agrega la patronal de la automoción, que calcula que la Euro 7 acarrearía un aumento medio de 2.000 euros por vehículo nuevo, lo que incentivaría que "mucha gente se vería obligada a alargar la vida de sus viejos coches, con un efecto contraproducente para el medio ambiente y el clima".
El presidente de Renault insistió en que la renovación del parque automovilístico es "la herramienta más poderosa para frenar tanto las emisiones de CO2 como las contaminantes" y pidió que se busquen "formas de acelerarla".
De Meo, que participó hoy en una audiencia en el Parlamento Europeo, se entrevistó también con el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, acompañado por el consejero delegado de Volvo (ST:VOLVb), Martin Lundstedt, grupo que el año pasado se salió de ACEA.
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