Por Ed Cropley
LONDRES, 4 may (Reuters Breakingviews) - John Malone está reuniendo socios para su negocio de banda ancha en el Reino Unido, dejando a algunos pretendientes en el lado malo de la valla. El inversor estadounidense, conocido como el "cowboy del cable", está en conversaciones para fusionar Virgin Media con el operador móvil O2, propiedad de la española Telefónica (MC:TEF). En un mercado en consolidación, su rival Vodafone (LON:VOD) tendrá que decidir si le compensa seguir vagando solo por la pradera.
La última baza de este multimillonario de 79 años llega tras una sequía de fusiones y adquisiciones. La empresa resultante de la unión de estos activos en Reino Unido alumbraría a uno de los grupos de telecomunicaciones más grandes de Europa, con ingresos anuales de más de 5.300 millones de libras procedentes de casi 30 millones de clientes de telefonía móvil y 6 millones de usuarios domésticos de banda ancha.
La transacción merecerá la atención de las autoridades británicas de competencia, sobre todo cuando unos ciudadanos confinados dependen más que nunca de un servicio de internet de alta velocidad. Sin embargo, los reguladores aprobaron sin condiciones la adquisición de la red móvil EE por parte del operador de banda ancha BT (LON:BT) en 2016 . Y los proveedores de servicios más grandes y rentables también deberían estar en mejor posición para invertir en conexiones de fibra ultrarrápida.
Una fusión así acarrearía sinergias importantes si sigue el guión de operaciones similares. Recortar un 5% los costes operativos y de capital ahorraría 470 millones de libras al año. Tras impuestos, supondría 1.900 millones de libras para cada socio, asumiendo que la propiedad del nuevo grupo sea a partes iguales.
Calcular valoraciones durante una pandemia es incluso más complicado de lo habitual. Sin embargo, asumiendo que O2 está valorada en 6 veces su EBITDA (beneficio bruto de explotación) del año pasado, en línea con Vodafone, su valor de empresa rondaría los 11.100 millones de libras. Eso la convierte en socio menor de Virgin, que tendría un valor de 15.400 millones de libras si se valorara al mismo múltiplo de 7 veces que la empresa matriz estadounidense Liberty Global (NASDAQ:LBTYA).
Sin embargo, Virgin tenía una deuda de 12.800 millones de libras en diciembre. Para garantizar la equidad en el accionariado, Malone tendría que entregar a Telefónica un cheque de 4.300 millones de libras. Esta suma no vendría nada mal para reducir la montaña de deuda de 47.500 millones de euros de la operadora española, casi 3 veces su OIBDA (el beneficio bruto de explotación que utiliza Telefónica) del año pasado.
Vodafone ha sido vista durante mucho tiempo como posible pretendiente de Virgin: Los usuarios de móvil de la marca Virgin se cambiarán a la red del operador británico de 30.000 millones de libras el año que viene. Sin embargo, el consejero delegado, Nick Read, está muy ocupado integrando los activos europeos que compró a Malone en 2019.
El riesgo es que Vodafone se quede aislado fuera del corral.
En Twitter: https://twitter.com/edwardcropley
(El autor es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones expresadas son suyas.)
(Editado por Peter Thal Larsen, Oliver Taslic y Karen Kwok, traducido por Jose Elías Rodríguez)