La recuperación económica se ha debilitado en la mayoría de los países desarrollados debido al impacto de la variante Delta del coronavirus, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este ha recortado sus previsiones de crecimiento de 2021 para las economías avanzadas -en particular Estados Unidos, Japón y Alemania- debido a los continuos riesgos sanitarios, los problemas en las cadenas de suministro y la elevada inflación. El informe, sin embargo, ha dejado sin cambios el 4'9% de previsión de crecimiento mundial para 2022.
El FMI rebajó las previsiones de crecimiento global de este año al 5,9 %, una décima menos que hace tres meses. Los cambios reflejan las interrupciones de la oferta.
Petya Koeva Brooks es directora Adjunta del Departamento de Investigación del FMI y destaca:
"Estas interrupciones son realmente el resultado de una recuperación muy inusual. Nunca hemos visto una recuperación tras una pandemia. Así que la oferta y la demanda no coinciden en esta etapa. Hemos visto que la demanda se recupera y, al mismo tiempo, que la oferta no se ha puesto al día. Vemos el impacto de esto en varios sectores"
En la zona euro. Aquí en comparación con el año pasado, no se espera que la economía compense las pérdidas de 2020, según las últimas previsiones del FMI. Aunque las perspectivas de esta región se han revisado al alza.
Según Brooks, "una forma de solucionar las cosas y de entender en qué punto nos encontramos es pensar en qué momento la producción volvería al nivel anterior a la crisis. Y nuestra previsión para la zona euro es que va a ocurrir en el último trimestre de este año. Para algunos de los países de la zona euro alcanzar ese nivel va a suceder mucho más tarde, por lo que tenemos una gran disparidad entre países."