La Comisión Europea dejará de utilizar los servicios de telefonía móvil vinculados a los gigantes tecnológicos chinos Huawei y ZTE (HK:0763).
Bajo la presión de Washington, Bruselas argumenta motivos de seguridad, después de haber acusado a estas empresas de facilitar las actividades de espionaje de China.
La Comisión pide ahora a los Estados miembros que formalicen la prohibición.
Thierry Breton, Comisario de Mercado Interior justifica el obstáculo comercial: "No podemos permitirnos mantener dependencias críticas que puedan convertirse en un arma contra nuestros intereses. Sería una vulnerabilidad demasiado crítica y un riesgo demasiado grave para nuestra seguridad común".
Estados Unidos, Reino Unido y Canadá ya han tomado medidas similares contra las empresas de telecomunicaciones chinas.
Los países de la UE estaban divididos y llevaban tres años intentando llegar a una posición común en lo que aparentaba ser una típica barrera no arancelaria al comercio internacional.
Pero ahora la mayoría ha adoptado el planteamiento de Bruselas.
Pekín asegura que Occidente teme la competencia comercial y niega que sus empresas tecnológicas supongan un riesgo para la seguridad.