P: ¿Es la crisis inmobiliaria china el problema, o sólo parte del problema?
R: En el centro de las turbulencias económicas de China se encuentra una crisis inmobiliaria cada vez mayor. Country Garden incumplió un pago relativamente pequeño de intereses y principal de su deuda, aumentando la preocupación por un contagio sistémico. Posteriormente, Evergrande (HK:3333), que ha sido un problema desde 2021, se declaró en quiebra en Estados Unidos, empañando aún más la confianza de los inversores en el sector inmobiliario chino y en la economía en general. El Banco Popular de China ha reducido los tipos de interés, pero los recortes no han sido tan amplios como se preveía teniendo en cuenta las tendencias deflacionistas.
A esto se añade una caída de la confianza de los consumidores. Tras un auge inicial por el final de la política “Covid cero” en el primer trimestre de 2023, los índices de gestores de compras (PMI) y las exportaciones han experimentado un fuerte descenso. Se esperaba compensar este con un repunte de la demanda interna, pero los consumidores han mostrado una importante contención en sus hábitos de gasto. En los últimos meses se ha observado un tibio crecimiento de las ventas al por menor, mientras que el ahorro de los hogares ha aumentado, lo que indica una creciente falta de confianza en el futuro.
P: ¿Cómo se ha llegado a este punto?
R: El sector inmobiliario puede ser la pieza más importante de la economía china porque, según algunas estimaciones, es responsable de entre un cuarto y un tercio del crecimiento económico y representa hasta el 70% de la riqueza de los hogares. Pero los problemas económicos del país se han extendido mucho más allá. La persecución de la “prosperidad común” por parte de la actual administración china ha provocado cambios significativos en sectores como el comercio electrónico, la educación en línea y el transporte compartido, ya que las empresas se han visto obligadas a priorizar el control estatal sobre el rápido crecimiento de los ingresos y los beneficios.
Al mismo tiempo, Occidente ha respondido a la creciente importancia de la tecnología como preocupación de seguridad nacional aislando activamente sus mercados de los productos tecnológicos chinos. Además, la alianza estratégica de China con Rusia durante el conflicto de Ucrania ha exacerbado las tensiones con las naciones occidentales, desencadenando un fuerte descenso de la inversión extranjera directa.
P: ¿Está la economía china en condiciones de crecer?
R: China no ha aplicado aún las medidas adecuadas para estimular el consumo interno y dirigir las inversiones hacia las industrias en crecimiento. Ha optado por ajustes menores, como la bajada de los tipos de interés y el aumento de la liquidez del mercado, que no han logrado reforzar la confianza de los consumidores ni de las empresas. La falta de políticas eficaces plantea una amenaza potencial de espiral de deuda y deflación si no se inicia una recuperación para 2024. Según las proyecciones del FMI, China crecerá un 5,2% en 2023, un objetivo alcanzable.
P: ¿Es China invertible?
R: Sin considerarla "ininvertible", el éxodo de capitales de China y el empeoramiento del panorama económico suscitan preocupación. Identificar las oportunidades más atractivas en China requiere un enfoque activo que se centre en empresas concretas con un conjunto específico de características, incluidos niveles elevados y sostenibles de productividad financiera. La consideración del riesgo político en las decisiones de inversión también será probablemente crítica en los próximos meses y años.
P: ¿Cuáles son algunas de las oportunidades más interesantes hoy frente a las de hace 5-7 años?
R: En términos generales, las empresas chinas, representadas por el índice MSCI China, están cerca de algunas de las valoraciones más bajas de su historia. Desde el punto de vista de la inversión, muchos sectores y empresas de China son mucho más atractivos ahora que en el pasado. La clave para encontrar oportunidades es identificar las empresas que están en el lado correcto de la reforma normativa y evaluar cuidadosamente su salud financiera utilizando los mismos parámetros que se utilizarían en cualquier otro mercado.
P: ¿Cómo protege China a los inversores? ¿Cuáles son algunos de los riesgos a tener en cuenta?
R: Dado que Guangdong es el gobierno local más rico, con capacidad para ofrecer un salvavidas, sorprende ver que aún no ha intervenido. Por otro lado, el Gobierno está incentivado para evitar que Country Garden se declare en quiebra en China, ya que puede crear más riesgo sistemático que Evergrande.
A pesar del periodo de gracia de 30 días, hay que tener en cuenta que las empresas que recurren a él rara vez se recuperan del todo, y puede que el daño ya esté hecho para Country Garden.
En cuanto a la reunificación con Taiwán, China probablemente preferiría que el resultado fuera una "unificación pacífica" que evite una invasión violenta con devastadoras consecuencias, no sólo para las cadenas de suministro de semiconductores, sino también para el crecimiento económico mundial. En el caso de una reunificación por la fuerza militar, China probablemente sería objeto de severas sanciones occidentales coordinadas, con quizás algún tipo de respuesta militar liderada por Estados Unidos.
P: ¿Es China demasiado grande para ignorarla?
R: Lo es en el contexto de la inversión en mercados emergentes: alberga la mayor población del mundo, con más de 1.400 millones de habitantes, y la clase media de más rápido crecimiento. Los inversores deben proceder con cautela y evitar los extremos. Realizar un éxodo masivo de China debido al riesgo político percibido -como muchos inversores trataron de hacer en 2021 y 2022- puede no ser práctico dado el tamaño del país, su potencial de crecimiento económico, su peso en la capitalización bursátil del MSCI EM Index y el número de componentes del universo de mercados emergentes: las empresas china constituyen casi el 30%.
P: ¿Qué deben vigilar de cerca los inversores de cara al futuro?
R: Los inversores deben vigilar de cerca las medidas que tomen los funcionarios del Gobierno y las empresas, que podrían afectar a los niveles de confianza. Lo que realmente asusta a la gente es si la inacción del Gobierno va a provocar realmente la caída en picado del sector inmobiliario y, por extensión, arrastrar la confianza de los consumidores y la situación macroeconómica.