Por John Revill y Andy Bruce
BERNA/LONDRES, 16 jun (Reuters) - Los bancos centrales europeos subieron las tasas de interés el jueves, en algunos casos en cantidades que sorprendieron a los mercados, e insinuaron que el costo de los préstamos subirá aún más para controlar la creciente inflación que está erosionando los ahorros y reduciendo los beneficios de las empresas.
Impulsada inicialmente por el alza de los precios del crudo tras la invasión rusa de Ucrania, la inflación se ha extendido a todo tipo de productos, desde los alimentos hasta los servicios, con cifras de dos dígitos en algunas partes del continente.
En algunos lugares no se veían estos niveles desde las consecuencias de la crisis del petróleo de los años 70.
El Banco Nacional de Suiza y el Banco Nacional de Hungría sorprendieron a los mercados con grandes alzas, apenas horas después de que su homólogo estadounidense, la Reserva Federal, elevara las tasas a un máximo de casi tres décadas.
El Banco de Inglaterra, por su parte, elevó los costos de endeudamiento en un cuarto de punto porcentual, como esperaban los mercados.
Los movimientos se producen justo un día después de que el Banco Central Europeo acordara planes en una reunión de emergencia para contener el costo de los préstamos en el sur del bloque para poder seguir adelante con las subidas de tasas tanto en julio como en septiembre.
"Estamos en una nueva era para los bancos centrales, en la que reducir la inflación es su único objetivo, incluso a costa de la estabilidad financiera y el crecimiento", dijo George Lagarias, economista jefe de Mazars Wealth Management.
Los mayores movimientos del día se produjeron en Suiza, donde el BNS elevó su tipo de interés oficial hasta el -0,25% desde el -0,75%, un paso tan grande que ningún economista encuestado por Reuters lo había previsto.
Sin embargo, es poco probable que la primera subida del BNS desde 2007 sea la última, y el banco podría salir de territorio negativo este año, según algunos economistas.
"La nueva previsión de inflación muestra que pueden ser necesarias nuevas subidas de la tasa de interés oficial en un futuro próximo", dijo el presidente del BNS, Thomas Jordan, en una conferencia de prensa.
El franco suizo se disparó casi un 1,8% frente al euro tras la decisión y se encaminaba a su mayor incremento diario desde enero de 2015, cuando el BNS desenganchó el franco de su vinculación al euro.
CUERDA FLOJA
En Londres, el Banco de Inglaterra se mostró más cauteloso, pero dijo que está dispuesto a actuar "con fuerza" para acabar con los peligros que plantea una tasa de inflación que se encamina a superar el 11%.
Es la quinta vez que el Banco de Inglaterra sube el costo de los préstamos desde diciembre, y el tipo de referencia británico está ahora en su nivel más alto desde enero de 2009.
Sin embargo, tres de los nueve responsables de la fijación de tasas votaron a favor de una subida mayor, de 50 puntos básicos, lo que sugiere que la entidad se verá presionada para continuar con las alzas, incluso a pesar de que el crecimiento económico se desacelere de forma brusca.
"Los banqueros centrales se mueven en la cuerda floja, entre preocupaciones de que una subida de tipos demasiado rápida pueda llevar a las economías a la recesión", dijo Maike Currie, de Fidelity International. "El ajuste de la política monetaria es una herramienta muy contundente para gestionar una situación muy precaria".
La libra esterlina cayó con fuerza, ya que algunos en el mercado habían apostado por un movimiento mayor dada la subida de 75 puntos básicos de la Fed la noche anterior. Sin embargo, la debilidad de la moneda implica una mayor inflación importada y una mayor presión para subir los tipos.
La divisa británica operaba a 1,2085 dólares frente al dólar, lo que supone un descenso de tres cuartos de punto en el día.
Mientras tanto, en Budapest, el banco central húngaro subió de manera inesperada la tasa de interés de los depósitos a una semana en 50 puntos básicos, hasta el 7,25%, también para controlar la inflación, que sigue aumentando de forma persistente y se sitúa en dos dígitos.
(Escrito por Balazs Koranyi en Fráncfort; reporte adicional de William Schomberg en Londres, Krisztina Than en Budapest y Mike Shields y Silke Koltrowitz en Zúrich; editado en español por Carlos Serrano)