Por Scott Kanowsky
Investing.com -- Los responsables de la política del Banco Central Europeo estaban preocupados por que la inflación siguiera siendo "persistente" durante algún tiempo, al tiempo que trazaban una senda para las próximas subidas de los tipos de interés, según las actas de su reunión de política de junio en Ámsterdam.
La mayoría de los funcionarios acordaron elevar los costes de endeudamiento en 25 puntos básicos en su próxima reunión de este mes, argumentando que este aumento moderado conduciría a una reacción más ordenada del mercado en un entorno de elevada incertidumbre económica. Sin embargo, algunos responsables de la política monetaria abogaron por "mantener la puerta abierta" a una mayor subida inicial de los tipos en julio, afirmando que el banco central no debería asumir un "compromiso incondicional" con una subida de 25 puntos básicos.
Sin embargo, se acordó "en general" que el BCE insinuaría una subida mayor en su reunión de septiembre, según las actas.
"El Consejo de Gobierno debería en este momento ser más específico sobre sus expectativas para la reunión de septiembre y, en particular, abrir la puerta a un aumento de los tipos de interés oficiales del BCE en más de 25 puntos básicos. Un incremento mayor sería apropiado en la reunión de septiembre si las perspectivas de inflación a medio plazo no hubieran mejorado para entonces", dijo el BCE.
Mientras tanto, según las actas, en la reunión de junio se hizo "un llamamiento" para comenzar a trabajar en un nuevo instrumento "antifragmentación". Este plan, que fue desvelado posteriormente por el BCE, tiene como objetivo crear una herramienta que evite un estallido de los rendimientos de los bonos entre los Estados miembros periféricos y los del norte de la eurozona, un fenómeno denominado "fragmentación".
Se espera que este instrumento se discuta con más detalle cuando los funcionarios se reúnan de nuevo este mes.
Las actas se publican en un momento en el que la eurozona, y otras economías del mundo, se enfrentan a un aumento de la inflación provocado por el incremento de los costes de los alimentos y la energía, la escasez de suministros y la guerra en Ucrania. La lectura general de junio de los precios al consumo en el bloque monetario alcanzó un máximo histórico del 8,6%, que se sumó a un récord anterior del 8,1% en el mes anterior.
El miércoles, la Reserva Federal también publicó las actas de su última reunión de política monetaria, en la que el banco central más influyente del mundo decidió subir los tipos de interés en 75 puntos básicos, su mayor subida desde 1994. Según las actas de la Fed, los responsables de la política monetaria dijeron que creían que el crecimiento de los precios representa un "riesgo significativo", y advirtieron que la inflación puede afianzarse si no se actúa "como se justifica".
Sin embargo, una serie de datos económicos decepcionantes en EE.UU. ha frenado las expectativas de algunos inversores de nuevas subidas agresivas de los tipos de interés de la Fed, ya que el banco central trata de evitar que se desencadene una recesión económica más amplia.
Estos temores, a su vez, han llevado a los inversores a buscar la relativa seguridad del dólar y a alejarse de los activos de mayor riesgo, incluido el euro. El EUR/USD cotiza actualmente cerca de su marca más baja en dos décadas.