(Reuters) - La inflación estadounidense no parece estar enfriándose lo suficientemente rápido como para permitir a la Reserva Federal hacer una pausa en la campaña de subidas de tasas de interés que inició hace más de un año, dijeron el jueves dos responsables de política monetaria del banco central.
Las declaraciones de Lorie Logan, presidenta del Banco de la Reserva Federal de Dallas, y James Bullard, presidente de la Reserva Federal de St. Louis, parecen representar una postura de línea dura minoritaria en la Fed, pero que ha ganado terreno en el periodo previo a la próxima reunión monetaria, que se celebrará los días 13 y 14 de junio.
El jueves, los mercados de futuros de tasas reflejaban una probabilidad de una entre tres de una subida de tasas en junio, frente a la probabilidad de una entre diez de hace una semana.
La Reserva Federal ha elevado los costos de financiación en cada reunión desde marzo de 2022, llevándolos de casi cero a una horquilla de entre el 5,00 y el 5,25% a principios de este mes.
El gobernador de la Fed y candidato a vicepresidente Philip Jefferson, que también habló el jueves, dijo que, si bien el progreso sobre el campo de la inflación es más lento, todavía es demasiado pronto para que se sienta plenamente el impacto de esas rápidas subidas de tasas.
Es una opinión que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también ha esbozado como una razón para hacer una pausa en las subidas de tasas el próximo mes, mientras los responsables de política monetaria evalúan esos efectos retardados.
Tanto Powell como otros han señalado la posibilidad de que las recientes tensiones bancarias ralenticen aún más la economía al endurecer las condiciones crediticias y restringir los préstamos.
Powell tiene previsto hablar el viernes y los inversores anticipan que actualizará estas opiniones a la luz de lo que han sido datos económicos mixtos desde la última reunión de la Fed a principios de mayo.
La inflación de los precios al consumidor, por ejemplo, descendió a un ritmo anual del 4,9% en abril, pero sigue estando muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. La contratación se ha ralentizado, pero el desempleo, en un 3,4%, es el más bajo desde 1969.
Mientras, la tensión bancaria parece haberse concentrado en unos pocos bancos regionales y no haber afectado a las instituciones financieras en general con una intensidad similar a la que siguió a las corridas sobre Silicon Valley Bank y Signature Bank, que provocaron su colapso en marzo.
En declaraciones al Financial Times, el presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, afirmó que la lentitud de los avances en materia de inflación "puede que sea necesario asegurarse un poco más subiendo las tasas para asegurarnos que realmente controlamos la inflación".
Tanto Bullard como Logan afirmaron que mantienen la mente abierta sobre qué hacer en junio.
(Reporte de Ann Saphir y Howard Schneider; Editado en español por Javier López de Lérida)