La pandemia se hace eterna para el sector de la restauración en Europa. Bares y restaurantes está cerrados en la mayoría de los países de la UE, , muchos desde hace meses, y los Gobiernos no aciertan a encontrar una fórmula que permita su reapertura con seguridad. Italia, Rumanía y parte de España, ya que en este último país estas decisiones se toman nivel territorial, son la excepción a una regla que muchos acatan con un sentimiento de injusticia. A pesar de las ayudas estatales, cuando las hay, la situación es desesperada:
"Todos los propietarios de cafés, bares y restaurantes de Bruselas están al borde del colapso, ya no pueden pagar las cargas y los gastos corrientes. Las ayudas concedidas no cubren ni siquiera, en mi caso, un mes de alquiler", lamenta Hubert Blanquet, propietario de varios bares en Bruselas.
Durante el verano, se dijo a los restaurantes que invirtieran grandes sumas de dinero en acondicionar sus espacios interiores con medidas sanitarias, como plexiglás para separar las mesas. Meses más tarde, el esperado retorno de esas inversiones se esfumó cuando se vieron obligados de nuevo a cerrar al llegar el invierno.