LONDRES, 16 jun (Reuters) - Rusia debe reducir su dependencia de décadas de las exportaciones de materias primas y estimular la empresa privada para evitar retroceder hacia un retraso tecnológico al estilo soviético con Occidente, dijo el jueves la gobernadora del banco central.
Después que Occidente impusiera las sanciones más duras de la historia moderna para castigar al presidente Vladimir Putin por la guerra de Ucrania, la economía rusa se enfrenta a su mayor contracción desde los años posteriores a la caída de la Unión Soviética en 1991.
Elvira Nabiullina, considerada una de las últimas liberales económicas que quedan en la cúpula de la política rusa, ha sido la encargada de dirigir la economía de 1,8 billones de dólares a través de los desafíos de la guerra y las sanciones.
En su intervención en la conferencia económica anual de Rusia, celebrada en la antigua capital imperial de San Petersburgo, Nabiullina abogó por una "perestroika" o reconstrucción estructural de la economía.
En esencia, criticó los supuestos que han sustentado la economía rusa desde que los geólogos soviéticos encontraron petróleo y gas en los pantanos de Siberia en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
"Exportamos con descuento, importamos con prima. Y en estas condiciones, por supuesto, en mi opinión, es necesario repensar los beneficios de las exportaciones", dijo Nabiullina, de 58 años. "Una parte importante de la producción debería destinarse al mercado interno".
Pero, en un reconocimiento tácito de lo difícil que será la transición, añadió: "A todo el mundo le preocupa que esta perestroika estructural, en condiciones en las que perdemos el acceso a las fuentes habituales de tecnología, nos lleve realmente a la degradación".
RECUERDOS DOLOROSOS
La referencia a la "perestroika" evoca en Rusia dolorosos recuerdos de los esfuerzos del líder soviético Mijaíl Gorbachov por abrir la moribunda economía de los años 80 a un poco de libre empresa y competencia, al tiempo que fomentaba mayores libertades políticas, una ambiciosa estrategia que condujo al colapso económico.
"La tarea es la modernización, ¿pero cómo? Para no volver a la Unión Soviética, tenemos que considerar la iniciativa privada de una manera diferente. El deterioro de las condiciones económicas externas permanecerá durante mucho tiempo, si no para siempre", dijo.
Putin ha dicho que Rusia, segundo exportador mundial de petróleo tras Arabia Saudita y mayor exportador de gas natural, prosperará a pesar de las sanciones occidentales, que según él equivalen a una declaración de guerra contra Rusia.
Ha prometido que no caerá un nuevo telón de acero sobre la economía rusa, pero también ha bromeado diciendo que se alegra de que algunas empresas extranjeras hayan abandonado el país porque las empresas locales podrían ocupar su lugar.
Nabiullina, quien dirige el banco central desde 2013, tuvo como mentor a uno de los economistas de libre mercado más destacados de Rusia, Yevgeny Yasin, y no es en absoluto el primer responsable político ruso que pide medidas para diversificar la economía.
Pero esa necesidad se ha vuelto más urgente debido a las sanciones. Y el nuevo aislamiento económico de Rusia se puso de manifiesto por la ausencia de miembros de la élite financiera occidental en el mismo foro —llamado durante mucho tiempo el "Davos ruso"— al que se dirigía Nabiullina.
Nabiullina pidió que se eliminen la mayoría de los controles de capital introducidos por Rusia en respuesta a las sanciones, aunque añadió que los que afectan a los ciudadanos de países considerados "poco amistosos" por Moscú sólo podrían levantarse de forma recíproca.
Nabiullina dijo que no se prohibiría a los rusos tener cuentas bancarias en dólares estadounidenses u otras monedas extranjeras.
(Editado en español por Benjamín Mejías Valencia)