Birmingham, 4 oct (.).- La primera ministra británica, Liz Truss, tomará medidas para "desatar el potencial" de crecimiento del Reino Unido aunque ello cause trastornos y genere oposición, según el discurso que pronunciará el miércoles ante el congreso anual del Partido Conservador, del que se han adelantado extractos.
En su intervención ante las bases en Birmingham (centro de Inglaterra), la líder "tory" defenderá "un nuevo enfoque" que forje "un nuevo Reino Unido para una nueva era", aunque "no todo el mundo esté a favor" de sus iniciativas.
"Durante demasiado tiempo, nuestra economía no ha crecido como debería haberlo hecho. Durante demasiado tiempo, el debate político se ha centrado en cómo distribuimos un pastel económico limitado, cuando lo que necesitamos es hacer crecer el pastel para que todos obtengamos una porción más grande", afirmará.
"Por eso estoy decidida a adoptar un nuevo enfoque y sacarnos de este ciclo de altos impuestos y bajo crecimiento", añadirá, según el texto anticipado.
Truss, que afronta desacuerdos dentro de su propio partido, admitirá que "la escala del desafío es inmensa", por la guerra en Ucrania, la reciente pandemia y "una crisis económica mundial".
"Por eso en el Reino Unido hemos de hacer las cosas de manera diferente. Siempre que hay un cambio, hay alteraciones. No todos estarán a favor", mantiene, para añadir que, no obstante, "todos se beneficiarán del resultado".
La primera ministra cerrará el miércoles el congreso de su partido, que ha estado marcado por su marcha atrás en aspectos clave de su plan fiscal anunciado el 23 de septiembre, por presiones de sus propios diputados y de los mercados financieros.
El ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng, dio a conocer el pasado 23 de septiembre recortes fiscales sobre todo para empresas y rentas altas sin ofrecer previsiones de crecimiento ni una hoja de ruta para equilibrar las finanzas públicas, lo que provocó la caída puntual de la libra y el aumento de la prima de riesgo de la deuda pública en los mercados financieros.
Ante las críticas recibidas por su plan fiscal, el ministro anuló la rebaja previamente anunciada, del 45 al 40 %, de la banda más elevada del impuesto sobre la renta, una de las partes más censuradas.
El paquete de ayudas valorado en unos 150.000 millones de libras (170.000 millones de euros) ponía un tope durante dos años al precio minorista para los hogares y de seis meses para las empresas.
EFE