Túnez, 17 oct (.).- Túnez prevé un crecimiento económico del 2,1% durante 2024 frente al 0,9% actual y mantendrá las subvenciones públicas a los alimentos básicos, carburantes y electricidad mientras aumentará los impuestos al sector bancario, turístico y al alcohol, según el proyecto de Presupuestos del Estado aprobado por el Consejo de Ministros y que ha sido remitido hoy al Parlamento.
El presupuesto general de 77.868 millones de dinares (23.000 millones de euros) fue elaborado en base al precio del barril de petróleo en torno a los 81 dólares y con el objetivo de consolidar el papel social del Estado para asegurar el abastecimiento del mercado local, apoyar el sector agrícola y pesquero así como los recursos hídricos, señaló el Gobierno.
Según sus estimaciones, los ingresos estatales aumentaran en un 5,5% hasta alcanzar los 14.500 millones de euros mientras que los gastos registrarán un incremento del 9% hasta llegar a los 17.500 millones.
Entre sus objetivos principales está reducir de un punto la masa salarial de la Administración pública hasta el 13,5% del PIB y el déficit fiscal al 6,6% además de integrar la economía paralela, estimada en un 40%.
Sin embargo, este texto no hace referencia al acuerdo inicial pactado a finales de 2022 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un crédito de 1.900 millones de dólares y al que el presidente Kais Said -que se hizo con plenos poderes en julio de 2021 "para preservar la paz social"- se opone ante el temor de protestas sociales.
El programa de reformas presentado por su Ejecutivo durante las negociaciones, actualmente suspendidas, incluía la retirada de subvenciones, la privatización de algunas empresas públicas y la reducción de la masa salarial.
Una de las medidas propuestas en este proyecto de ley es la liberación de las importaciones de productos básicos, monopolizadas por la Oficina de Cereales (OC) y del Comercio de Túnez (PTU), así como suspender el cobro del 19% de IVA al café y te verde para poder abastecer el mercado local y no aumentar las deudas con proveedores extranjeros.
En el último año los tunecinos han sufrido el desabastecimiento de alimentos como trigo, azúcar, harina y arroz en los supermercados debido a las dificultades del Estado para importar además de una inflación que alcanzó en noviembre pasado cerca del 10%, la cifra más alta de las últimas tres décadas.
El sector bancario privado, uno de los principales prestamistas del Estado, deberá pagar durante el ejercicio 2024-2025 un impuesto temporal del 4% sobre sus beneficios, alcanzando una carga fiscal del 40%. Said acusa a los bancos de obtener grandes beneficios sin apoyar a la economía nacional durante este periodo de crisis y ante la incapacidad de movilizar capital exterior.
La ministra de Finanzas, Sihem Boughdiri Nemsia, deberá comparecer este miércoles ante el comité parlamentario de finanzas para explicar la ejecución de dicha ley antes de ser sometido a voto por la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP).
La carga fiscal en el país magrebí es una de las más altas del continente con el 32%- frente a una media del 16%- y actualmente se enfrente a una deuda pública récord del 80% de su PIB.