Redacción América, 23 jul (.).- El dólar ha experimentado una inusitada revalorización en las últimas semanas que ha provocado que varias monedas latinoamericanas se devalúen, con las inevitables consecuencias para las arcas públicas y las economías de los países de la región.
Gran parte de los productos que componen la canasta familiar en América Latina son importados y pagados en dólares, así como hidrocarburos y materias primas.
"Después de una pandemia en la que se estimuló la economía viene un gran fenómeno que se llama inflación. Cuando los bancos centrales empiezan a subir las tasas de interés y empiezan a ver una posible recesión, hay que frenar el crecimiento", explica a Efe el analista financiero Andrés Moreno.
"Hubo un crecimiento desbordado en el mundo, todo se recuperó más rápido de lo esperado. Al haber mejores tasas de interés y una posible recesión, los capitales internacionales son más adversos al riesgo y prefieren ir a economías más sólidas. Eso se traduce en que se devalúan las monedas de países emergentes", agregó.
Otro factor importante en la depreciación de las monedas frente al dólar son las constantes subidas del tipo de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed), la última el pasado 16 de junio al 1,50 %.
En Argentina, el fortalecimiento del dólar se suma a los desequilibrios macroeconómicos que arrastra el país y potencia la propia debilidad del peso, producto de una inflación del 64 % interanual, la escasez de divisas internacionales, las expectativas de devaluación, el déficit fiscal y la incertidumbre política.
"Lo del dólar va a montarse sobre un problema que Argentina tenía antes", señaló a Efe el economista de la consultora Ledesma Gabriel Caamaño, quien advierte de que ya se debate que la inflación pueda llegar a los tres dígitos.
Argentina aplica un fuerte control cambiario para autorizar dólares al tipo de cambio oficial, por lo que proliferan tipos de cambio paralelos en el mercado bursátil y el mercado negro.
UNA FUERTE INTERVENCIÓN EN CHILE
Las alarmas en Chile saltaron el pasado 14 de julio, cuando el dólar alcanzó el máximo histórico de 1.051 pesos. Esta escalada precipitó ese día una histórica intervención en el mercado cambiario por parte del Banco Central de 25.000 millones de dólares hasta septiembre.
El dólar en Colombia alcanzó el 12 de julio una cotización récord de 4.625 pesos impulsado por la volatilidad mundial ante el temor a que EEUU entre en una recesión que se vuelva global.
"Parte de lo que está pasando en Colombia y Chile es que son países altamente expuestos a materias primas: petróleo en el caso de Colombia y cobre, en el de Chile, y ambos han tenido reversión de precio. Eso hace que tengamos dos monedas con alta sensibilidad en este entorno", manifiesta el economista principal del BBVA Research, Alejandro Reyes.
Hasta ahora la política del Banco de la República de no intervenir en el valor del dólar se ha revelado acertada y, tras el récord de la semana pasada, el dólar ha entrado en una tendencia de ajuste, con cuatro jornadas a la baja, y el jueves pasado cerró en 4.410 pesos.
EL RESISTENTE PESO MEXICANO
El peso mexicano cerró en 20,51 por dólar el 19 de julio, la misma cifra que el 31 diciembre de 2021, según los datos oficiales del Banco de México (Banxico).
Janneth Quiroz, economista en jefe del grupo Monex, recalca a Efe que en la primera mitad del año el peso mexicano mantuvo los niveles de finales de 2021 con una apreciación de 0,1 %, al cerrar en 20,13 pesos por billete estadounidense el 30 de junio.
En Perú, el tipo de cambio del dólar experimentó a primeros de julio un incremento de 3,8 % de media,en la cotización interbancaria, hacia el final del periodo que comprendió del 1 al 12 de julio.
EL DÓLAR RETROCEDE EN BRASIL
En Brasil, la moneda estadounidense ha sufrido un carrusel y, en sentido contrario al resto de la región, acumula un descenso de apenas el 2,43 % desde enero hasta el 20 de julio.
Sin embargo, desde mayo el dólar se ha fortalecido gradualmente en el mercado brasileño después de haber perdido hasta un 15,35 %, aunque el impacto de la subida del billete verde no ha sido tan grande como en algunos de los países vecinos.
LOS "DOLARIZADOS"
En Ecuador, la apreciación del dólar ha generado preocupación debido al encarecimiento de las exportaciones, y, aunque la medida beneficia, por otro lado, a las importaciones, las ventas internas dependen de la capacidad adquisitiva en un país en recurrente crisis económica.
El fortalecimiento del dólar implica que las exportaciones ecuatorianas pierdan competitividad en los países de destino, cuyas monedas se están depreciando.
En tanto, la revaluación del dólar apenas sí afecta a Panamá, y más bien se beneficia, ya que es un país de servicios y más importador que exportador.
A diferencia de Ecuador y El Salvador, Panamá tiene el dólar desde su fundación como Estado independiente tras su separación de Colombia, en 1903.
El alto valor del dólar no ha afectado las exportaciones de El Salvador, que de hecho se han mantenido a la alza a pesar de la inflación.
EN CUBA EL PROBLEMA ES EL EURO
En Cuba el dólar no ha tenido una subida importante, pero el euro ha registrado un alza constante desde hace un mes, por encima de la moneda estadounidense.
Hasta el pasado martes, el billete europeo se cambiaba en el mercado informal a 124 pesos cubanos (cup). La tasa oficial es de 24,54 pesos.
El incremento del euro se inició en junio, coincidiendo con la entrada en vigor de una directiva del Banco Central de Cuba (BCC) que impide a los consulados cambiar a otras divisas los ingresos de trámites facturados en cup.
A los pocos días varios consulados confirmaron que cobrarían en euros. Muchos cubanos viajan a países centroamericanos para emprender su travesía a Estados Unidos.
UN DÓLAR QUE DUELE AL MISMO EE.UU.
EEUU cerró 2021 con un déficit comercial del 27 % y esta tendencia podría continuar este año si el dólar sigue estando fuerte frente al euro.
A grandes rasgos, con un euro más débil, los bienes y servicios europeos resultan más atractivos para Estados Unidos, mientras que los productores nacionales resultan mucho menos competitivos internacionalmente.
Esto podría afectar a la producción nacional en sectores como la maquinaria, vehículos o la industria química, sectores mayoritarios dentro de las exportaciones de EE.UU. a Europa.
"Europa hoy tiene un poco más de inflación, pero está en una posición más fuerte en términos de competencia internacional. Así que va a ser un poco más fácil exportar y un poco menos atractivo para ellos importar productos de EE.UU.", explica a EFE la profesora de Mercados Financieros e Instituciones de la Universidad Internacional de Negocios de Brandeis, Carol Osler.
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