Esther Barranco
Madrid, 23 mar (.).- Al mes de la invasión de Ucrania por Rusia las alcistas perspectivas económicas ligadas a la recuperación poscovid se han truncado de golpe, con previsiones recortadas, subidas de precios de las materias primas y riesgos de que la inflación, más allá del esperado repunte de marzo, se desboque.
Los analistas consultados por Efe ponen el foco en la inflación, ya disparada desde comienzos de 2021, como consecuencia del fuerte repunte de la actividad tras el parón de la pandemia, que explica las fuertes subidas de precios de algunas materias primas y metales clave en las cadenas de producción mundiales.
La invasión de Ucrania ha acelerado esos aumentos en los precios de las materias primas, porque ambos países son claves en el mercado de trigo, por ejemplo, en el que copan el 14 % de la producción mundial, o en metales como el platino y el paladio -con los que se fabrican los catalizadores de los vehículos, por ejemplo,- en los que Rusia es segundo y primer productor mundial, respectivamente.
Pese a un previsible menor crecimiento, las economías mundiales tienen todavía la inercia de la fuerte recuperación tras la pandemia, aunque el mantenimiento de este impulso dependerá de cuán larga sea la guerra y de los riesgos de que se extienda a otros territorios.
¿HASTA DÓNDE SE RECORTARÁ EL CRECIMIENTO?
Las previsiones oficiales de crecimiento de la economía española (Gobierno, 7 %; Banco de España, 5,4 %; OCDE, 5,5 %; Comisión Europea, 5,6 %, y Fondo Monetario Internacional, 5,8 %) todavía no han sido retocadas tras la invasión de Ucrania pero lo serán en las revisiones de primavera, según coinciden los analistas consultados.
Quien sí ha modificado ya sus previsiones es el Panel de Funcas, en el que participan 20 servicios de estudios de instituciones nacionales, cuyo consenso recorta ocho décimas, hasta el 4,8 %, el aumento del PIB para este año. Si se excluyen los cuatro servicios que no han actualizado todavía sus datos, la rebaja se elevaría a un punto (a una media del 4,6 %).
María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, ha explicado a Efe que este revés puede abrir una brecha más en la economía española, muchas de cuyas empresas no se habían recuperado plenamente de la caída de la actividad que provocó la covid.
El profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE Pedro Aznar cree que el menor crecimiento de la economía vendrá del retraimiento del consumo, por el encarecimiento de productos básicos y por el deterioro de la confianza de los consumidores, pese a que los volúmenes de ahorro son elevados tras la pandemia.
Las previsiones para la inflación son fuertemente alcistas: desde el 7,6 % de febrero se podría ir a cifras incluso superiores a los dos dígitos ya en marzo (el próximo miércoles 30 se conocerá el indicador adelantado), según Aznar, aunque la segunda parte del año podrían moderar su evolución.
La nota común es la dispersión en los escenarios que manejan por la extremada incertidumbre respecto al desarrollo del conflicto bélico, las nuevas sanciones que pudieran imponerse y la evolución de los precios de los productos energéticos.
Para el analista de mercados Juan Ignacio Crespo, el "shock" derivado de la guerra es tan potente que podría, incluso, anular el crecimiento económico.
¿Y LOS PRECIOS ENERGÉTICOS?
Un factor capital en este escenario tan imprevisible es el precio de los productos energéticos y otros recursos naturales, que ya venían de una racha de fuertes subidas, y que ahora se pueden disparar más todavía por el "shock" de oferta derivado de la guerra por los problemas con los suministros procedentes de Rusia.
El petróleo Brent, que ayer cerró a 115,48 dólares, acumula una subida del 51 % desde el inicio del año y casi dobla desde hace un año. Crespo afirma que puede llegar a los 220 dólares, en un movimiento semejante al de la crisis de 2008.
El gas natural TTF, el de referencia, ya marcó precios récord en el último trimestre de 2021 en la escalada de tensión en la frontera y con la invasión ha batido todos los registros. El 7 de marzo pasado llegó a tocar los 335 euros MWh intradía y cerró en 212 euros MWh, ambos récords históricos.
En lo que va de marzo, mes en el que habitualmente los precios se moderan en Europa por el final del invierno y la menor demanda, se ha instalado, con contadas excepciones, por encima de los 100 euros frente a los 17,5 euros de media de marzo de 2021.
LAS MATERIAS PRIMAS DISPARADAS
Otros productos básicos, como el trigo o el girasol, están también estrangulando las cadenas de distribución, puesto que Ucrania y Rusia concentran el 14 % de la producción mundial, en el primer caso, y más del 50 % en el segundo, aunque una parte de la subida de los precios se explica por la especulación, dicen los analistas.
El trigo alcanzó a principio de marzo máximos de cinco años en el mercado de Chicago y cuesta un 47 % más que al inicio de 2022 y un 76 % más que un año antes.
Al tiempo, se han agudizado los problemas que ya se veían en los metales, especialmente el platino y el paladio -que se usan, entre otras muchas aplicaciones, para fabricar los catalizadores de los vehículos- en los que Rusia es segunda y primera productora del mundo, respectivamente, según los datos de Statista.
El paladio llegó el 8 de marzo a 3.171 dólares por onza, máximo de los últimos once años, aunque se moderó después hasta los 2.565 dólares actuales, un 40 % más que al arrancar 2022.
En la misma fecha el platino costaba 1.157 dólares la onza, un 20 % más que al inicio de año, pero luego también se ha moderado.
El aluminio ha pulverizado durante este mes de guerra los máximos de 2008 (3.380 dólares por tonelada) y ha llegado a pagarse a 4.073 dólares la tonelada a comienzos de marzo, aunque después ha moderado y ahora está en torno a 3.500 dólares.
El niquel subió tanto que el mercado de metales de Londres se vio obligado a suspender su cotización el 7 de marzo, cuando alcanzó los 100.000 dólares por tonelada durante nueve días. Casi un mes después del inicio de la invasión, cuesta 28.159 dólares.
ESTANFLACIÓN
La conjunción de elevados precios y crecimiento contenido podría dar lugar a la estanflación, uno de los fenómenos más temidos por los economistas. No todos los consultados creen que se llegará a ese punto, dado que el crecimiento, aunque atenuado, sigue siendo alto.
Desde BBVA (MC:BBVA) ven paralelismos con las crisis energéticas de los años 70 del siglo pasado pero creen que si se evitan los llamados efectos de segunda ronda la política monetaria y fiscal pueden tener margen para sortear la estanflación, con medidas redistributivas que minimicen el empobrecimiento ocasionado por la guerra de Ucrania.
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(Recursos de archivo en www.lafototeca.com cód 14206476 y otros)