Ginebra, 28 sep (EFE).- Pascal Lamy, director general de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) asumió hoy que por ahora no
se han detectado tendencias proteccionistas alarmantes, pero alertó
contra toda complacencia por el potencial riesgo que comporta.
"Lo que hemos detectado hasta ahora es un proteccionismo de 'baja
intensidad'. En otras palabras, un gran número de medidas cuya
intensidad se ha mantenido controlada. Pero no debería haber
complacencia. El aumento del desempleo continuará provocando
presiones proteccionistas", señaló Lamy en la inauguración del Foro
Público de la institución.
"El impulso de 'ir hacia lo local' como respuesta a la crisis
financiera debe ser resistido. De hecho, yo apoyo el 'seguir yendo
hacia lo global', por la simple razón de que muchos consumidores han
visto como ha declinado su poder de compra, y por lo tanto necesitan
comprar más barato, y no servicios y mercancías que son más caros
porque se producen tras un muro de altas tarifas", argumentó Lamy.
Para el director general, la posibilidad de que los gobiernos
estén tentados de subir sus aranceles es real, y recordó que los
países tienen por ley la posibilidad de llegar a techos tarifarios
mucho más altos de los aplicados actualmente, algo que a su
entender, si sucediese, sería nefasto.
"En general, las tarifas medias podrían aumentarse dos veces el
nivel actual. Lo que quiere decir que los exportadores estarían 100
por cien peor de lo que están hoy día, si todo el espacio que les
permite la OMC para subir los aranceles fuera cubierto".
Para Lamy, la respuesta a esta posibilidad, se llama Ronda de
Doha, el proceso de liberación comercial que se negocia entre los
153 miembros de la OMC desde hace ocho años.
"Las negociaciones de la Ronda de Doha no sólo abrirían los
mercados a los exportadores, sino que cortarían algunos de los
márgenes de maniobra actuales que podrían hacer retroceder al
mundo".
En este sentido, Lamy considera, asimismo, que la conclusión de
la Ronda de Doha ayudaría a luchar contra la crisis alimentaria.
"El comercio es la cuerda de transmisión que permite la comida
moverse de la tierra de los llenos a la tierra de los vacíos.
Debemos engrasar esta cuerda de transmisión y mejorar la fundación
sobre la que ha sido construida a través de la Ronda de Doha". y
agregó:
"La Ronda reducirá los subsidios que otorgan los ricos, y bajará
los aranceles tanto en los países desarrollados como en los en
desarrollo para dar comida a los más pobres". EFE