Brasilia, 9 sep (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula
da Silva, retiró el carácter de urgencia con que envió al Congreso
el proyecto del marco regulador del petróleo del presal, que era
resistido por la oposición, informaron hoy fuentes oficiales.
"Sensible a la necesaria armonía entre los poderes del Estado, el
presidente ha aceptado retirar la urgencia a ese proyecto", declaró
a periodistas el presidente de la Cámara de Diputados, Michel Temer,
tras una reunión con Lula.
El carácter de urgencia constitucional que el mandatario le había
atribuido al proyecto remitido al Congreso la semana pasada daba un
plazo de 90 días para su discusión y aprobación, lo que llevó a la
oposición a obstruir las votaciones desde entonces.
Los partidos opositores consideraron que el Gobierno no podía dar
un plazo tan breve para la discusión parlamentaria, cuando se había
tomado casi dos años para elaborar el proyecto, que genera algunas
resistencias por la relevancia que le otorga al Estado en todo lo
relativo a la industria petrolera.
Temer dijo que, según un acuerdo alcanzado hoy, el Gobierno ha
retirado el carácter de urgencia y la oposición se ha comprometido a
retomar las votaciones de la pauta parlamentaria.
El proyecto apunta a regular las operaciones en la zona bautizada
como presal, un área de cerca de 160.000 kilómetros cuadrados en el
océano Atlántico, en la que se sospecha que existen reservas de
entre 50.000 y 80.000 millones de barriles de crudo.
El petróleo se encuentra a un promedio de 150 kilómetros de la
costa y a profundidades de entre 5.000 y 7.000 metros, que incluyen
una capa salina a altas temperaturas que tiene un espesor que va de
300 a 2.000 metros.
La propuesta del Gobierno fortalece las posiciones del Estado en
la industria petrolera y le reserva presencia a la estatal Petrobras
en todos los yacimientos del presal, así como una participación
mínima del 30% en las asociaciones con empresas privadas nacionales
o extranjeras.
También plantea la creación de una nueva empresa pública, que ha
llamado "Petrosal", para representar al Estado y "fiscalizar" la
ejecución de todos los contratos en esa región petrolera.
Asimismo, sugiere un plan de capitalización de Petrobras, en una
suma equivalente a 5.000 millones de barriles de petróleo, cuyo
precio será establecido posteriormente.
Esa capitalización también fortalecería la posición del Estado
como principal accionista de Petrobras, cuyos títulos se cotizan en
las bolsas de São Paulo, Madrid, Nueva York y Buenos Aires.
El cuarto punto de la propuesta apunta a la creación de un fondo
especial con el dinero que reciba el Estado, que lo invertiría en
educación, ciencia y tecnología, cuidado del medio ambiente y
combate al hambre y la pobreza. EFE