Pekín, 17 jul (EFE).- El eclipse del próximo 22 de julio, que
durará seis minutos y será el más largo hasta el año 2132, se ha
convertido en el mayor atractivo turístico para las ciudades chinas
de la cuenca del río Yangtsé, desde donde se podrá contemplar el
fenómeno.
Según publica hoy el diario "China Daily", las agencias de
viajes, los hoteles y las aerolíneas han recibido hasta un 20 por
ciento más de reservas, comparado con el año pasado, en las ciudades
chinas desde donde podrá contemplarse el eclipse, entre ellas
Shanghai, Suzhou y Wuhan.
"Es el lanzamiento perfecto para nosotros. Los 50 principales
hoteles de Suzhou se han equipado con lentes especiales para los
amantes de la astronomía. La ocupación hotelera aumentará sin duda",
señaló Wu Min, del Buró de Turismo de Suzhou, en la provincia
oriental de Jiangsu.
La ocupación hotelera en esta provincia estaba a la mitad de su
capacidad por la crisis, explicó esta funcionaria, pero el eclipse
atraerá hasta la turística ciudad de Suzhou a por lo menos 10.000
visitantes extranjeros y otros 100.000 locales.
Wu explicó que a finales del año pasado se empezaron a recibir
las primeras peticiones de reservas para el eclipse.
La cadena hotelera Hanting Inn & Hotels confirmó que sus hoteles
en Shanghai, Wuhan y Chengdu, otras de las ciudades chinas desde
donde se podrá contemplar el eclipse, han recibido un 20 por ciento
más de reservas que en el mismo periodo del año pasado.
A estas alturas de mes es difícil conseguir incluso billetes de
tren para desplazarse desde Pekín hasta Shanghai, o Hangzhou, en la
vecina provincia de Zhejiang, por lo que los turistas empiezan a
buscar otras opciones dentro de la misma provincia como el monte
Putuo o la ciudad de Ningbo.
Las ciudades chinas en las que podrá verse el eclipse del siglo
se están autopromocionando como el mejor lugar para contemplarlo.
El eclipse del 22 de julio podrá verse entre las 8.00 y las 11.00
horas, aproximadamente y por este orden, en las ciudades chinas de
Chengdu, Chongqing, Yichang, Wuhan, Hangzhou, Suzhou y Shanghai,
después de pasar por India y Nepal. EFE