Bogotá, 8 abr (EFE).- Los países de América Latina dedican en
promedio a las infraestructuras un 1,5% de su PIB cuando
necesitarían invertir al menos un 4% durante 10 años seguidos y en
"buenos proyectos" para tener un peso mayor en la economía global.
Así lo dijo hoy en una entrevista con Efe el estadounidense
Norman Anderson, presidente y director general de la consultora
CG/LA, organizadora del Foro Latinoamericano de Liderazgo, cuya
octava edición se celebrará del 21 al 23 de abril en Bogotá para
presentar los 50 mayores proyectos de infraestructura de la región.
El Foro pondrá además su granito de arena en la reconstrucción de
Haití y Chile tras los terremotos, con un taller sobre innovaciones
en el manejo de situaciones de desastre y la presentación de los
cinco proyectos más importantes que cada uno de los Gobiernos tienen
previstos para reparar la devastación.
A la reunión asistirán más de 500 ejecutivos de empresas de
ingeniería y equipos y tecnología, funcionarios y directores de los
organismos multilaterales de crédito para explorar las oportunidades
de los proyectos seleccionados por CG/LA en 2010, que requieren
inversiones por 76.000 millones de dólares, un 17% más que los
elegidos para la séptima edición del Foro.
El proyecto "estrella" es en realidad el conjunto de proyectos de
cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, que supondrán
una inversión total de 14.000 millones de dólares. No por nada el
noveno foro se celebrará en esa ciudad brasileña en 2011.
También están en los primeros puestos de la lista la construcción
de una sección de la Ruta del Sol colombiana (3.500 millones de
dólares), un programa para eficiencia del uso del agua en México
(2.000 millones de dólares) y la construcción de la central
hidroeléctrica Chihuido I en Argentina (1.600 millones de dólares).
Son proyectos críticos para el desarrollo de la región, señaló
Anderson, quien considera que América Latina necesita, sino un
modelo, sí una "visión", como la tuvo España a partir de 1995, para
identificar proyectos estratégicos que le permitan mejorar la vida
de sus habitantes y ganar peso en la economía internacional.
Al respecto, Anderson destacó que en 1960 el PIB conjunto de los
países de América Latina equivalía al 15% del PIB mundial y en
cambio ahora no llega al 5%.
Quienes han comido el terreno a los latinoamericanos son
principalmente los países asiáticos, que no por casualidad dedican
bastante más recursos a las infraestructuras.
China les dedica el 10% de su PIB e India un 6%, señala este
especialista casado con una paraguaya en un español casi perfecto.
Pero no solo América Latina se está quedando a la zaga.
EE.UU., si bien tiene buenas infraestructuras, se está quedando
anticuado, apuntó el presidente y director general de CG/LA, quien
menciona como ejemplo un documental del canal público de televisión
de ese país en el que se compara el sistema de transporte público de
Detroit con los de Madrid y Barcelona, y estos últimos ganan por
goleada.
Para elegir los 50 mayores proyectos de infraestructuras en
América Latina, CG/LA utiliza cuatro criterios: que sea un "proyecto
real" y no "político", que contribuya a la competitividad del país,
que tenga un impacto en la productividad y la creación de
oportunidades, y que requiera inversiones de 50 millones de dólares
para arriba.
En el caso de los proyectos para "Río 2016", Anderson destaca
como muy interesantes la limpieza de la bahía de Guanabara, la
construcción de la Ciudad Olímpica, la extensión del metro hasta ese
lugar y la renovación del puerto carioca.
El objetivo de estos foros es "echar a andar proyectos de
infraestructura como un bien público", pero también se hace hincapié
en aspectos como fomentar los estudios de factibilidad.
Según Anderson, entre un 60 y un 70% de las propuestas que se
presentan en estas reuniones llega a buen puerto.
Cuando se celebró el primer foro, las instituciones de crédito
solo tenían 8 millones de dólares asignados para la realización de
estudios de viabilidad de proyectos de infraestructura en América
Latina y hoy hay fondos por 200 millones de dólares.
Para Anderson, el papel de las grandes empresas constructoras
españolas en el cambio de cara de las infraestructuras en América
Latina ha sido importante y positivo, aunque también lo es cada vez
más el de las brasileñas y lentamente ganan espacio las asiáticas.
"El mundo de las infraestructuras es un mundo global y
competitivo, que no tiene banderas", asegura. EFE