Buenos Aires, 14 ago (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, anunció hoy un programa social para crear 100.000 puestos
de trabajo cooperativistas, que en una primera etapa demandará una
inversión de 1.500 millones de pesos (unos 389 millones de dólares).
En un acto en la sede del Gobierno, que fue transmitido por la
cadena nacional de radio y televisión, la jefa de Estado explicó que
el "Plan de ingreso social con trabajo" tendrá su fase inicial en el
populoso cordón urbano que rodea a la capital del país, el cual
registra altos índices de pobreza y desempleo.
"Pero la idea es abrir, posteriormente, nuevas etapas en otras
zonas geográficas del país de alta vulnerabilidad social", destacó
Fernández, flanqueada por la mayoría de sus ministros y alcaldes del
denominado "Gran Buenos Aires".
La gobernante detalló que la iniciativa apunta a la creación de
cientos de cooperativas sociales que trabajen, entre otras, en obras
de agua y cloacas, infraestructura urbana y comunitaria, espacios
verdes y construcción de viviendas.
Señaló que el programa será auditado por la Universidad
Tecnológica Nacional y no tiene como objetivo "quitar el empleo a
los que ya lo tienen sino que está destinado a los desocupados", con
la idea de que el "Estado no tiene que regalar cosas sino brindar
las oportunidades para demostrar los valores" de las personas.
"Lanzamos este plan para abordar el problema de la pobreza desde
la creación del empleo, que es el mejor antídoto", consideró
Fernández.
Recordó que desde 2003, cuando asumió la Presidencia Néstor
Kirchner, su esposo y antecesor, el presupuesto destinado a planes
sociales aumentó "más del 800 por ciento" y, en ese sentido, precisó
que el Gobierno asiste actualmente "a casi dos millones de personas"
sin recursos.
No obstante, Fernández consideró que el problema en Argentina "no
es la pobreza sino la inequidad social y la distribución del
ingreso".
"La preocupación por la pobreza no debe ser espasmódica sino que
tiene que ser consistente y coherente. En la inequidad social está
la verdadera fábrica de pobres", argumentó.
"Siempre se buscan hacer padrones de pobres. Alguna vez habría
que contar a los ricos para saber cuál es la brecha entre los que
más y los que menos tienen", enfatizó.
La mandataria explicó la intención del Gobierno de avanzar con la
creación de un ingreso universal por hijo, una suma de dinero que
los trabajadores percibirían por cada uno de sus hijos a cambio del
cumplimiento de compromisos, como garantizar la escolaridad de los
menores.
Además, defendió la prórroga por un año de las facultades para
modificar leyes y fijar impuestos que el Parlamento delegó en el
Poder Ejecutivo, rechazada por la oposición y que ya tiene luz verde
de la Cámara de Diputados.
Cristina Fernández hizo el anuncio días después de que la Iglesia
católica argentina advirtiera de que la pobreza alcanza al 40 por
ciento de la población y de que el papa Benedicto XVI hablara del
"escándalo" de la desigualdad social en este país suramericano.
Cifras oficiales indican que la pobreza afecta a algo más del 15
por ciento de la población económicamente activa, aunque Néstor
Kirchner reconoció la semana pasada que el indicador subió al 23 por
ciento.
La tasa oficial de paro, en tanto, se situó en el 8,4 por ciento
en el primer trimestre de 2009, lo que supone que entre enero y
marzo pasados 948.000 personas que buscaban trabajo no tenían
empleo. EFE
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