Mar Gonzalo
Nueva York, 26 may (EFE).- La eterna rivalidad entre Apple y
Microsoft alcanzó hoy un nuevo hito, ya que la firma californiana,
fabricante de los ordenadores Macintosh y los teléfonos iPhone,
superó en capitalización bursátil a la creadora de los omnipresentes
Windows y Explorer.
Pasada la media sesión en el mercado electrónico Nasdaq, donde
cotizan ambas compañías, el valor bursátil de Apple alcanzaba hoy
los 227.970 millones de dólares, después de una progresiva subida
desde que empezó a cotizar y que se ha visto interrumpida en
contadas ocasiones, entre ellas la crisis de 2008.
A la misma hora, la capitalización bursátil de Microsoft rondaba
los 226.550 millones de dólares, después de haber sufrido una
progresión inversa a la de Apple, con una ligera caída desde el año
2000 llena de altibajos.
La capitalización bursátil de una compañía es el valor que ésta
tiene en la bolsa (la cotización de cada acción multiplicada por el
número total de acciones) y, por tanto, refleja en cuánto valora el
mercado a esa compañía, con independencia del patrimonio real que
tenga.
Nacida en 1976, Apple siempre había sido vista como la empresa
marginal que fabricaba computadoras para un sector muy concreto de
la población, los Macintosh, que además eran más caros que los
ordenadores personales (PC).
Sin embargo, con la revolución que supuso en el mercado el
lanzamiento de dispositivos móviles como el iPod, el iTouch y el
iPhone, Apple dio un salto de gigante que ahora pretende alargar aún
más con su exitoso ordenador plano iPad.
Tan sólo un año antes, en 1975, se creó Microsoft, pero la
introducción de su sistema operativo Windows y su paquete de
programas Office en prácticamente todos los ordenadores del mundo
hizo que la competencia entre ambas firmas fuera desde un principio
una cuestión anecdótica.
Microsoft fue claramente la hermana triunfadora en los años de la
infancia, pero ahora que ambas empresas son unas treintañeras la
situación se ha igualado hasta el punto de que la valoración que les
merecen a los inversores es ya la misma.
Muchos analistas no podrían haber predicho hace unos años que
algo así ocurriría e incluso el propio Michael Dell, fundador del
fabricante de la que durante muchos años fue la mayor empresa de PCs
del mundo, dijo en 1997 que lo mejor que podía hacer Apple era
cerrar y devolver el dinero a sus accionistas.
Hoy en día Dell ni siquiera vale una décima parte del valor
bursátil de la conocida empresa con el logotipo de la manzana
mordida.
Hasta tal punto la competencia estaba tan descompensada en los
años noventa que Bill Gates, el fundador de Microsoft y por entonces
ya el hombre más rico del mundo, invirtió 150 millones de dólares en
Apple y se comprometió a no vender en tres años, para contribuir así
a su recuperación.
Ese mismo año se decidió el regreso a la compañía como consejero
delegado de Steve Jobs, el informático que creó Apple en el garaje
de su casa con un amigo y que doce años antes había sido expulsado
de la empresa por el consejo de administración.
A partir de la inversión de Gates, ambas firmas incluso
colaboraron para que Microsoft, ya entonces líder mundial del
software para PCs, fabricara una versión especial de su popular
programa Office destinada al sistema operativo de Macintosh, por
entonces el producto estrella y principal seña de identidad de
Apple.
A cambio, Apple adaptó sus computadoras para que el navegador
Microsoft Explorer fuera más fácil de utilizar en los Macintosh para
acceder a internet.
Muchos incondicionales de Macintosh abuchearon a Jobs cuando
anunció ese acuerdo en la feria "Macworld" de Apple en Boston
(Massachusetts), pero los inversores la aplaudieron al considerarla
una tabla de salvación ineludible para Apple e hicieron que ese
mismo día sus acciones subieran hasta un 33%.
Hoy en día los Mac no son ni siquiera uno de cada diez
ordenadores vendidos en el mundo, pero Apple ha diversificado su
cartera de productos, apostando siempre por el diseño, y por ejemplo
su tienda virtual iTunes es la mayor del mundo para adquirir
productos de música.
Mientras tanto, Microsoft se ha tenido que enfrentar a
innumerables problemas relacionados con su posición dominante en el
mercado del software y a una tremenda piratería de sus programas, al
tiempo que los analistas dudan sobre su capacidad para reducir su
dependencia de Office y Windows y encontrar un nuevo mercado donde
despuntar con fuerza y ganar impulso. EFE