Buenos Aires, 15 ago (EFE).- El Gobierno argentino dijo hoy que
siente "vergüenza ajena" por las críticas de la oposición a un plan
social presentado por la presidenta del país, Cristina Fernández,
para crear 100.000 puestos de trabajo.
"Que ahora aparezcan estos personajes haciéndonos sentir que son
los grandes preocupados (por la pobreza) me da 'vergüencita' ajena",
aseguró el jefe del gabinete, Aníbal Fernández, en declaraciones a
radio Mitre de Buenos Aires.
La jefa del Estado anunció este viernes un programa para la
creación de cooperativas que den trabajo a los desempleados, que en
una primera etapa demandará una inversión de casi 400 millones de
dólares y se concentrará en el populoso cordón urbano que rodea a la
capital del país.
El plan social fue presentado días después de que la Iglesia
Católica advirtiera de que la pobreza alcanza al 40 por ciento de la
población, cuando cifras oficiales señalan que el indicador apenas
supera el 15 por ciento.
Entre otras cosas, Cristina Fernández sostuvo en su discurso que
"siempre se buscan hacer padrones de pobres y alguna vez habría que
contar a los ricos para saber cuál es la brecha entre los que más y
los que menos tienen", tras indicar que el problema de Argentina "no
es la pobreza sino la inequidad social".
Horas después la dirigente opositora Elisa Carrió criticó
duramente el discurso presidencial y acusó al Gobierno de ser "el
más conservador, autoritario, reaccionario y humillante de la
historia argentina".
"Si la gobernante tiene recursos para dar a un mafioso como Julio
Grondona (presidente de la Asociación del Fútbol Argentino) y para
subsidiar a empresas poderosas, ¿por qué no tiene recursos para los
pobres?", se preguntó la líder de la Coalición Cívica.
En sus declaraciones radiales, Aníbal Fernández dijo que "muchos
se llenan la boca" hablando de la pobreza, pero "muy pocos tienen la
vocación de sacar a la gente de esa situación".
"El manual del alumno dice: 'siempre niegue que están bien las
políticas que lleva a cabo el Gobierno'", ironizó.
El jefe de los ministros también apuntó contra otro de los
críticos del plan, el diputado opositor Francisco De Narváez, quien
dijo que el Ejecutivo "se alarma por la inequidad social como si no
hubiera gobernado en los últimos seis años".
En ese sentido, el funcionario se manifestó sorprendido de que el
legislador se preocupara por los pobres después de "dejar una
cantidad industrial de trabajadores en la calle" cuando vendió la
importante tienda de la que era propietario.
Adrián Pérez, diputado de la Coalición Cívica, también se sumó a
las críticas al señalar que los "nuevos ricos son el matrimonio
presidencial y los amigos del poder", en alusión al crecimiento del
158 por ciento que experimentó el año pasado el patrimonio de
Cristina Fernández y su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
"Está todo declarado. La presidenta y su esposo tienen la
tranquilidad de ser honestos, de haber hecho lo que corresponde y de
no haber sacado nada a nadie", replicó el jefe del gabinete. EFE