Buenos Aires, 19 may (EFE).- Argentina insistió hoy en que la respuesta al fenómeno de la volatilidad y los altos precios de las materias primas, en particular de los alimentos, es incrementar la oferta y no reducir "artificialmente" los valores.
"La respuesta al problema del hambre es más alimentos para más personas y no buscar mecanismos para reducir artificialmente los precios internacionales", dijo el ministro de Agricultura argentino, Julián Domínguez, al abrir en Buenos Aires un taller de trabajo del G20 sobre las materias primas.
La reunión, que inicialmente se había anunciado como un encuentro ministerial y que finalmente es un debate de carácter técnico entre expertos de organismos internacionales y delegados de los países del G20, fue inaugurada también por el ministro francés de Agricultura, Bruno Le Maire.
También participó del inicio de los debates el ministro argentino de Economía, Amado Boudou, quien destacó que gran parte del problema de la volatilidad de los precios de las materias primas tiene que ver con los mercados financiaros, a los que, insistió, deben regularse.
"Sin duda la mayor parte de la volatilidad en los precios de las materias primas es originada por el juego financiero de corto plazo que merece un nivel de regulación y de atención mayor, tal cual ha sido planteado por Francia, que preside actualmente el G20", dijo Boudou.
El ministro argentino de Economía coincidió con Domínguez en que el mundo debe ampliar sus fronteras agrícolas y mejorar la aplicación de tecnologías para asegurar una mayor producción mundial de alimentos capaz de responder a la creciente demanda.
Por su parte, Le Maire aseguró que su país no pretende limitar los precios de las materias primas agrícolas pero sí combatir la volatilidad excesiva y la especulación financiera.
El taller inaugurado hoy en Buenos Aires y que concluirá este viernes servirá para elevar propuestas de cara a la reunión de ministros de Agricultura del G20 a celebrarse en París en junio próximo.
Esa cita ministerial será una de las preparatorias a la cumbre de jefes de Estado del grupo de las veinte economías más importantes del mundo, prevista para noviembre próximo en Cannes (Francia).
El encarecimiento de los alimentos es una de las principales preocupaciones en el grupo de las veinte grandes potencias industriales y las mayores economías en desarrollo debido a las tensiones inflacionarias que genera, las dudas que esto provoca sobre la incipiente recuperación económica y los riesgos que supone para la seguridad alimentaria.
El fenómeno se conjuga con el de la alta volatilidad en los valores de otras materias primas, como el petróleo y ciertos metales, que hace dos semanas registraron fuertes caídas tras tocar precios máximos.
En las sesiones de hoy del taller de trabajo, cerradas a la prensa, se debatirá sobre cuáles son los determinantes de la volatilidad de los precios de las materias primas y si ésta se ha incrementado en los últimos años y cuál es el grado de interrelación entre los precios de la energía y los productos agrícolas.
También si la volatilidad es una consecuencia inevitable de la creciente relación entre los mercados financieros y los de materias primas y cuál es el impacto de los mercados de derivados.
Este viernes los expertos discutirán qué medidas puede adoptar el G20 para transparentar el mercado de petróleo en orden a evitar la volatilidad de los precios y analizarán las amenazas para la seguridad alimentaria y el impacto de la volatilidad de los precios de las materias primas en el desarrollo económico. EFE