Buenos Aires, 31 jul (EFE).- El Gobierno argentino ratificó su
política impositiva a la exportación de granos, al reanudar hoy el
diálogo con las patronales agropecuarias, disgustadas por la presión
del Fisco, el motivo de un año y medio de conflicto.
De todos modos, aceptó liberar las exportaciones de trigo y maíz,
una de las reclamaciones del campo, pero a condición de llegar a un
acuerdo con productores y exportadores que "garantice" el
abastecimiento del mercado doméstico.
También decidió eliminar las trabas a la exportación de carnes
vacunas de calidad, procesadas y menudencias, informó en rueda de
prensa el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, junto a los ministros
de Economía, Amado Boudou, y de la Producción, Débora Giorgi.
Los ministros remarcaron que la rentabilidad del campo está por
encima de la de otros sectores afectados por la crisis global y que
es "imposible" reducir la presión del Fisco en vista de la necesidad
de mantener el superávit que muestran las cuentas del Tesoro desde
2003.
El líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, dijo que el
resultado de la reunión "está muy lejos de las aspiraciones del
campo" y que debe haber "una respuesta" a la necesidad de reducir la
presión del Fisco.
"Hubo compromisos que en los próximos días tendremos que ver cómo
funcionan", apuntó en referencia a la liberación del comercio
exterior de trigo y maíz y de carnes de vacuno.
"Nos fuimos con la sensación de haber asistido a una reunión
distinta", matizó Buzzi en referencia a que hubo un cambio luego del
"clima de hostilidad" que había "instalado" el Gobierno de Cristina
Fernández.
El diálogo con el campo forma parte de la ronda de conversaciones
"con todos los sectores" que puso en marcha la mandataria a
comienzos de julio, diez días después de la derrota del Gobierno en
las elecciones legislativas del 28 de junio.
"Para que haya una reducción ínfima de los impuestos nos tienen
que decir de dónde va a salir el dinero", subrayó Fernández luego de
asegurar que el Gobierno no tiene "una política contra el campo sino
a favor de la producción".
"Hemos tomado decisiones dentro de lo que la capacidad del Fisco
lo permite", agregó el jefe del Gabinete.
Giorgi destacó que entre abril de 2008 y julio, los distintos
sectores agropecuarios han recibido un total 21.700 millones de
pesos (5.710,5 millones de dólares) en subsidios y créditos públicos
para paliar sus problemas y superar el impacto de la sequía del año
pasado, la peor de las últimas décadas.
La rentabilidad del sector agropecuario, el más competitivo y
dinámico de la economía argentina, ha mejorado sustancialmente desde
diciembre pasado, "el peor momento de la crisis global", hasta
ahora, dijo la ministra de la Producción.
En este sentido, destacó que en lo que va del año los precios
internacionales del maíz y la soja registraron alzas del 20 y el 39
por ciento, respectivamente, mientras que el coste de fertilizantes
bajó entre el 31 y el 51 por ciento, según los casos, y el de los
herbicidas en un 59 por ciento.
"Esto está mostrando claramente que la situación del campo está
mucho mejor", remarcó Giorgi luego de aclarar que el sector lácteo
es la excepción "y por eso se le acaban de duplicar los subsidios"
con una partida adicional de 583 millones de pesos (153,4 millones
de dólares) para mejorar el ingreso de los productores de leche.
Las patronales agropecuarias, que reúnen a unos 290.000
productores, exigen la anulación de los tributos a la exportación de
trigo (23%), maíz (20%) y girasol (32%) y una reducción de diez
puntos porcentuales en la soja (35%), que en la última década se ha
convertido en el mayor cultivo del país.
Según cálculos privados, el Fisco perdería una recaudación anual
por unos 3.200 millones de dólares si el Gobierno aceptara las
exigencias del campo, eje de una cadena de producción de alimentos
que representa el 56 por ciento de las exportaciones argentinas y el
36 por ciento del empleo.
La ministra de la Producción calculó que Argentina alcanzará los
96 millones de toneladas de granos en la campaña agrícola 2009-2010,
gracias a que la mejoría de las condiciones climáticas hacen prever
una "buena cosecha" de maíz, girasol y soja.
Consultoras privadas sostienen en cambio que la próxima
producción agrícola argentina llegará a 82 millones de toneladas de
granos, un 28 por ciento más que el ciclo 2008-2009, pero lejos del
récord de 97 millones de toneladas registrado en 2007-2008. EFE
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