Caracas, 30 ago (EFE).- La empresa japonesa Toyota está "sumamente preocupada" por la protesta sindical que mantiene paralizada su planta en Venezuela desde hace cerca de un mes y ha impedido el ensamblaje de 1.200 autos, mientras los manifestantes anunciaron una radicalización del paro, dijeron ambas partes a Efe.
"La casa matriz (en Japón) está sumamente preocupada, pero está convencida de que se va a resolver favorablemente y se harán cumplir las leyes venezolanas", indicaron en un correo electrónico fuentes de la dirección de Toyota Venezuela que pidieron no ser identificadas.
Unos 1.200 trabajadores de los 2.000 que tiene la planta de la ciudad de Cumaná (este), la única de Toyota en el país, iniciaron el pasado 2 de agosto un paro para exigir el cobro de unos pasivos laborales que la empresa niega apoyándose en la resolución de un juzgado venezolano que falló en su favor.
Los voceros de la filial automovilística alertaron que el paro profundizará aún más la "dramática" bajada de producción que viene experimentando la planta desde el primer trimestre de este año.
De enero a julio, Toyota Venezuela ensambló 6.265 vehículos frente a los 9.683 fabricados en el mismo período de 2010, un 35 % menos. La baja en la producción en julio fue de 52,27 %, añadió la fuente.
"Más del 30 % de los trabajadores y empleados de Toyota rechaza de plano el cierre operativo de la planta y no comparte el clima de anarquía, intimidación y violencia que ha impuesto un grupo que impone el terrorismo sindical, poniendo en peligro la operación del fabricante japonés en Cumaná", indicaron las fuentes de la empresa.
Por su parte, el secretario general del sindicato de trabajadores de Toyota en Venezuela (Sintratoyota), Richard Guevara, anunció que los trabajadores seguirán con su protesta hasta que un ente gubernamental "dicte una mesa y siente a las partes para dialogar".
El sindicato insiste en exigir el cumplimiento de una serie de reclamos que mantiene contra la empresa desde mediados de 2008 a través de un pliego de 14 puntos, que incluye los pasivos laborales.
Lamentó, además, las ocho órdenes de despido que la empresa ha introducido contra dirigentes sindicales ante el Ministerio de Trabajo y confirmó que él es uno de los afectados.
"En vista de que no hemos recibido respuesta de la Asamblea o ministerios, lo más probable es que tomemos acciones más radicales como la toma de portones o huelgas de hambre", apuntó Guevara.
El conflicto laboral se inició en 2009 cuando Sintratoyota reclamó unos pasivos laborales que la compañía no reconoce y que le han costado 32 demandas ante la Justicia.
Toyota, con casi 30 años de actividad en el país, es la tercera productora de automóviles en Venezuela, según los datos de la Cámara Automotriz (Cavenez). EFE