Río de Janeiro, 14 ago (EFE).- El presidente de México, Felipe
Calderón, iniciará mañana una visita oficial de tres días a Brasil
en la que buscará asistencia brasileña para desarrollar un programa
de biocombustibles en su país, así como promover el aumento del
comercio entre las dos mayores economías de América Latina.
Calderón, que el próximo lunes se reunirá en Brasilia con el
presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, iniciará su visita
el sábado por Sao Paulo, en donde se encontrará con empresarios
brasileños y mexicanos, y el domingo recorrerá las plantas en donde
la petrolera Petrobras realiza investigaciones sobre
biocombustibles.
Brasil será la última escala en la gira por Suramérica que ya
llevó al presidente mexicano esta semana a Colombia y Uruguay.
El jefe de Estado de México pretende firmar en Brasil un acuerdo
de asistencia energética que permitirá la transferencia a ese país
norteamericano de la tecnología y la experiencia que los brasileños
ya han acumulado en la producción de biocombustibles.
México considera este acuerdo estratégico ante la reducción de su
producción petrolera, la inestabilidad del mercado de crudos y la
necesidad de reducir las emisiones de los gases que provocan el
efecto invernadero.
Calderón también visitará una planta piloto en la que la empresa
brasileña Petrobras produce etanol a partir de bagazo de caña de
azúcar.
Además, mantendrá una reunión con los principales productores
brasileños de azúcar y etanol.
Tras el encuentro que tendrá el sábado con los integrantes de la
poderosa Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo
(Fiesp) y con el gobernador del estado de Sao Paulo, el líder
opositor José Serra, el presidente mexicano se entrevistará con los
dirigentes de la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica).
Brasil es el mayor productor y exportador mundial de etanol de
caña de azúcar, y este combustible ya es más consumido que la
gasolina por la flota de automóviles del país.
El gigante suramericano, que también comenzó a agregar biodiesel
al diesel mineral, tiene cerca de cuatro décadas de experiencia en
la producción de biocombustibles, y la mayoría de los vehículos que
produce ya sale de las fábricas adaptado para consumir
indistintamente etanol o gasolina.
El Gobierno brasileño promueve la producción de los
biocombustibles en otros países, especialmente en los
centroamericanos, e impulsa la creación de un mercado mundial para
el etanol y el biodiesel.
El acuerdo de asistencia energética completará otros que ya han
sido suscritos por los dos países para promover una cooperación
entre Petrobras y la estatal mexicana Pemex.
La empresa mexicana está interesada en la gran experiencia que
tiene la brasileña en la producción de petróleo en aguas profundas.
En las reuniones que tendrá con empresarios brasileños en Sao
Paulo, Calderón intentará promover un aumento del comercio entre los
dos países, que viene creciendo especialmente a favor de México, lo
que le ha permitido a ese país disminuir su histórico déficit frente
a Brasil.
Según datos del Ministerio de Desarrollo y Comercio de Brasil,
las exportaciones brasileñas hacia México se mantuvieron
prácticamente estables en los últimos cuatro años, ya que apenas
subieron desde 4.073 millones de dólares en 2005 hasta 4.281
millones de dólares en 2008.
En el mismo período, en cambio, las exportaciones mexicanas hacia
Brasil saltaron desde 843 millones de dólares hasta 3.125 millones
de dólares.
Calderón, tras participar en la noche del domingo en una cena
privada ofrecida por Lula, asistirá a una reunión oficial con el
presidente brasileño, que después será ampliada a ministros de ambos
países.
El presidente de México también se encontrará el lunes con el
presidente del Senado brasileño, José Sarney, y de la Cámara de
Diputados, Michel Temer, antes de regresar a su país. EFE