Washington, 31 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, dedicó hoy unos minutos a visitar el Salón del Automóvil de Washington para sentarse al volante de los nuevos modelos híbridos y eléctricos de los fabricantes del motor estadounidense.
Obama sorprendió a los asistentes del salón del motor y atendió las explicaciones de los responsables de General Motors (GM), Ford y Dodge sobre las novedades en bajo consumo, coches compactos y motores eléctricos.
Después de tomar los mandos de varios vehículos, entre ellos un colorido Chevrolet Camaro decorado con la bandera de EE.UU. y motivos patrióticos, el presidente indicó que esos coches son una muestra "de que el motor estadounidense está de vuelta".
Obama también dejo caer un mensaje velado al aspirante republicano Mitt Romney sin mencionarlo directamente al indicar que "algunos estuvieron dispuestos a dejar que esta industria muriera".
Los medios estadounidense vinculan ese comentario a la oposición de Romney a que se destinara en 2009 dinero público para rescatar tras su quiebra a GM y al grupo Chrysler, así como para evitar males mayores en Ford.
En opinión de Obama, "el hecho de que GM haya vuelto al número uno muestra que es posible dar la vuelta a la situación cuando se trata de la industria manufacturera estadounidense".
GM vendió en todo el mundo 9,03 millones de vehículos, por encima de los 8,16 millones del alemán Volkswagen y del japonés Toyota, que debido a los efectos del terremoto del 11 de marzo ha perdido el cetro de primer fabricante mundial con unas ventas de 7,95 millones.
Obama también recordó que ahora los fabricantes estadounidenses pueden competir a nivel mundial, tras conocer de primera mano novedades como el Ford C-max, con una autonomía de 20 kilómetros por litro o el Chevrolet Malibu Eco, que también pone el acento en el consumo, ahora que los conductores del país norteamericano cuidan más el ahorro. EFE