Ben abordó con calma y sabiduría un sistema financiero al borde del colapso; tanto con una acción valerosa como con ideas no ortodoxas que nos ayudaron a poner los frenos en nuestro desplome económico”, Barack Obama, al nominar a Bernanke para un nuevo mandato al frente de la Fed.
Ben Bernanke no tuvo ni siquiera tiempo para celebrar. Su vida diaria desde que está al frente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, transcurre de la misma manera: corriendo para todos lados apagando incendios cuyo foco de origen se encuentra en la gestión de Alan Greenspan.
El presidente de los EEUU Barack Obama, confirmó a Bernanke para un nuevo mandato por cuatro años al frente de la Fed. Pero en lo que tenía que ser un día de celebración, se opacó por la decisión de un tribunal norteamericano (un juzgado federal de Manhattan), de obligar a la Reserva Federal a hacer públicas las ayudas concedidas a los grandes bancos y compañías de EEUU que han participado en su programa de rescate financiero.
A la juez Loretta Preska no le resultó convincente la lógica explicación de Bernanke acerca del posible impacto negativo que puede tener para las entidades asistidas, que se de a conocer dicha situación. ¿Usted confiaría sus ahorros a una entidad que ha tenido que ser asistida ante el riesgo de caer? Personalmente, lo pensaría dos veces antes de hacerlo y es por eso que considero razonable el argumento de Bernanke, aunque entiendo también que la discrecionalidad debe tener límites.
Ciertamente el secreto que rodea a toda la operatoria de asistencia que se le brindara al sistema financiero estadounidense genera una gran inquietud ya que no existe claridad acerca del volumen de ayuda que ha requerido cada una de las entidades ni los activos que fueron aceptados como colaterales a cambio de las asistencias. Ni los propios accionistas de las entidades bancarias están informados si su entidad ha sido asistida o no, lo cual puede generar sospechas en entidades que no han requerido de ayuda.
¿Puede esta incertidumbre afectar al sistema en general? Probablemente esté limitando su recuperación, pero quizás sería mayor el daño para el sistema si se conociera la identidad de los bancos asistidos. El riesgo de corridas bancarias es concreto y no se puede desestimar. Como si fuera una profecía autocumplida, las entidades que han tenido inconvenientes podrían caer si los depositantes descubren que a quienes confían sus ahorros han corrido peligro de sobrevida, ya que nadie les asegura que no volverán a pasar por una situación similar.
La agencia de noticias Bloomberg ha sido uno de los medios que ha llevado al ámbito judicial la disputa por la difusión del accionar de la Fed amparándose en el derecho del pueblo a estar informado sobre las acciones del gobierno. El argumento es válido pero el momento en el que se realiza dicho planteamiento no parece ser el más adecuado, cuando aún la crisis no ha abandonado a un sistema financiero herido de gravedad.
Muchos contribuyentes se han quejado por la utilización de los recursos públicos para rescatar a entidades bancarias en problemas producto de acciones altamente riesgosas e imprudentes. No es que me quiera poner del lado de las entidades bancarias, pero creo que en medio de esta circunstancia, la mejor solución era evitar la caída del sistema bancario estadounidense. Probablemente deban mejorarse los mecanismos de castigo para quienes incurren en acciones de alto riesgo aprovechando que el castigo es limitado y las ganancias potenciales extraordinarias.
Mientras este debate se inicia en torno a la transparencia de las acciones de la Fed, todavía el sistema bancario estadounidense tiene a varias entidades por “digerir”. Los próximos meses serán bastante agitados para el sistema bancario estadounidense según Dick Bove, de Rochdale Securities, ya que un conjunto de entre 150 a 200 entidades podrían presentar concurso de acreedores.
Entidades extranjeras entre las que se encuentran el Santander (IBEX35:SAN;NYSE:STD) y el BBVA (IBEX35:BBVA; NYSE:BBV), están volando por encima de sus “víctimas”, para continuar con su plan de expansión en tierras estadounidenses. Pero la cantidad de potenciales adquirentes de entidades en problemas es insuficiente para la gran cantidad que atraviesan por esta situación. El pasado viernes, el BBVA se quedó con el Guaranty Financial Group de Texas, entidad que protagonizó la segunda mayor quiebra del año.
Bove confía que en la próxima semana, el Fondo de Garantía de Depósitos relaje sus exigencias y permita a las firmas de capital de riesgo, adquirir los activos bancarios ya que: “El principal problema en este momento es encontrar firmas sanas que estén dispuestas a comprar bancos en problemas”.
Los problemas que los rescates de entidades bancarias le han generado al titular de la Fed por los múltiples cuestionamientos no terminan allí. Allan H. Meltzer de CNN Expansión advierte sobre el riesgo inflacionario que se producirá en los próximos meses a consecuencia de los grandes volúmenes de dólares aplicados al sistema financiero para evitar su colapso. Algunos estudios anticipan que puede llevar cerca de dos años lograr que la política antiinflacionaria entre en funcionamiento ¿Llegará a tiempo para contener las presiones inflacionarias y para evitar la próxima burbuja especulativa?
Las perspectivas no son muy positivas que digamos. El panorama es más oscuro aún como les comentara en el artículo de ayer “¿Se cae China?“, ante la decisión del gobierno chino de reducir la exposición de las reservas internacionales al dólar estadounidense, generando presiones hacia su debilitamiento y consecuente impacto negativo en el precio de los commodities.
Si bien los problemas de varias entidades bancarias estadounidenses y los requerimientos sobre la publicidad de las ayudas son motivo de preocupación para Bernanke, mucho más lo es el proyecto de ley HR 1207 elaborado por el congresista republicano por Texas, Ron Paul, a través del cual se busca auditar los libros contables de la Reserva Federal y que logró a principios del mes de junio reunir las firmas de otros 218 congresistas para que sea debatido, según da cuenta Libertad Digital.
A raíz de la crisis subprime, los pasivos de la Reserva Federal estadounidense, se incrementaron con fuerza, tanto los que se encuentran dentro del balance como aquellos que están fuera del mismo (los primeros se triplicaron y los segundos se multiplicaron por diez).
La aprobación por parte del Congreso estadounidense del proyecto de Ley de Ron Paul, promete generar un impacto profundo en la Reserva Federal y por ende en su política monetaria y para con el sistema financiero. El mayor control implicará la pérdida de una discrecionalidad necesaria en tiempos de crisis lo que obligará a la Fed a optar por una postura más conservadora y prudente en tiempos de bonanza.
Bernanke ha sido nominado para continuar al frente de la Fed, sólo que ahora tendrá más responsabilidades (ya que no puede culpar a Greenspan) y muy probablemente, menos libertades ¿Tiene motivos para celebrar?
Horacio Pozzo
Ben Bernanke no tuvo ni siquiera tiempo para celebrar. Su vida diaria desde que está al frente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, transcurre de la misma manera: corriendo para todos lados apagando incendios cuyo foco de origen se encuentra en la gestión de Alan Greenspan.
El presidente de los EEUU Barack Obama, confirmó a Bernanke para un nuevo mandato por cuatro años al frente de la Fed. Pero en lo que tenía que ser un día de celebración, se opacó por la decisión de un tribunal norteamericano (un juzgado federal de Manhattan), de obligar a la Reserva Federal a hacer públicas las ayudas concedidas a los grandes bancos y compañías de EEUU que han participado en su programa de rescate financiero.
A la juez Loretta Preska no le resultó convincente la lógica explicación de Bernanke acerca del posible impacto negativo que puede tener para las entidades asistidas, que se de a conocer dicha situación. ¿Usted confiaría sus ahorros a una entidad que ha tenido que ser asistida ante el riesgo de caer? Personalmente, lo pensaría dos veces antes de hacerlo y es por eso que considero razonable el argumento de Bernanke, aunque entiendo también que la discrecionalidad debe tener límites.
Ciertamente el secreto que rodea a toda la operatoria de asistencia que se le brindara al sistema financiero estadounidense genera una gran inquietud ya que no existe claridad acerca del volumen de ayuda que ha requerido cada una de las entidades ni los activos que fueron aceptados como colaterales a cambio de las asistencias. Ni los propios accionistas de las entidades bancarias están informados si su entidad ha sido asistida o no, lo cual puede generar sospechas en entidades que no han requerido de ayuda.
¿Puede esta incertidumbre afectar al sistema en general? Probablemente esté limitando su recuperación, pero quizás sería mayor el daño para el sistema si se conociera la identidad de los bancos asistidos. El riesgo de corridas bancarias es concreto y no se puede desestimar. Como si fuera una profecía autocumplida, las entidades que han tenido inconvenientes podrían caer si los depositantes descubren que a quienes confían sus ahorros han corrido peligro de sobrevida, ya que nadie les asegura que no volverán a pasar por una situación similar.
La agencia de noticias Bloomberg ha sido uno de los medios que ha llevado al ámbito judicial la disputa por la difusión del accionar de la Fed amparándose en el derecho del pueblo a estar informado sobre las acciones del gobierno. El argumento es válido pero el momento en el que se realiza dicho planteamiento no parece ser el más adecuado, cuando aún la crisis no ha abandonado a un sistema financiero herido de gravedad.
Muchos contribuyentes se han quejado por la utilización de los recursos públicos para rescatar a entidades bancarias en problemas producto de acciones altamente riesgosas e imprudentes. No es que me quiera poner del lado de las entidades bancarias, pero creo que en medio de esta circunstancia, la mejor solución era evitar la caída del sistema bancario estadounidense. Probablemente deban mejorarse los mecanismos de castigo para quienes incurren en acciones de alto riesgo aprovechando que el castigo es limitado y las ganancias potenciales extraordinarias.
Mientras este debate se inicia en torno a la transparencia de las acciones de la Fed, todavía el sistema bancario estadounidense tiene a varias entidades por “digerir”. Los próximos meses serán bastante agitados para el sistema bancario estadounidense según Dick Bove, de Rochdale Securities, ya que un conjunto de entre 150 a 200 entidades podrían presentar concurso de acreedores.
Entidades extranjeras entre las que se encuentran el Santander (IBEX35:SAN;NYSE:STD) y el BBVA (IBEX35:BBVA; NYSE:BBV), están volando por encima de sus “víctimas”, para continuar con su plan de expansión en tierras estadounidenses. Pero la cantidad de potenciales adquirentes de entidades en problemas es insuficiente para la gran cantidad que atraviesan por esta situación. El pasado viernes, el BBVA se quedó con el Guaranty Financial Group de Texas, entidad que protagonizó la segunda mayor quiebra del año.
Bove confía que en la próxima semana, el Fondo de Garantía de Depósitos relaje sus exigencias y permita a las firmas de capital de riesgo, adquirir los activos bancarios ya que: “El principal problema en este momento es encontrar firmas sanas que estén dispuestas a comprar bancos en problemas”.
Los problemas que los rescates de entidades bancarias le han generado al titular de la Fed por los múltiples cuestionamientos no terminan allí. Allan H. Meltzer de CNN Expansión advierte sobre el riesgo inflacionario que se producirá en los próximos meses a consecuencia de los grandes volúmenes de dólares aplicados al sistema financiero para evitar su colapso. Algunos estudios anticipan que puede llevar cerca de dos años lograr que la política antiinflacionaria entre en funcionamiento ¿Llegará a tiempo para contener las presiones inflacionarias y para evitar la próxima burbuja especulativa?
Las perspectivas no son muy positivas que digamos. El panorama es más oscuro aún como les comentara en el artículo de ayer “¿Se cae China?“, ante la decisión del gobierno chino de reducir la exposición de las reservas internacionales al dólar estadounidense, generando presiones hacia su debilitamiento y consecuente impacto negativo en el precio de los commodities.
Si bien los problemas de varias entidades bancarias estadounidenses y los requerimientos sobre la publicidad de las ayudas son motivo de preocupación para Bernanke, mucho más lo es el proyecto de ley HR 1207 elaborado por el congresista republicano por Texas, Ron Paul, a través del cual se busca auditar los libros contables de la Reserva Federal y que logró a principios del mes de junio reunir las firmas de otros 218 congresistas para que sea debatido, según da cuenta Libertad Digital.
A raíz de la crisis subprime, los pasivos de la Reserva Federal estadounidense, se incrementaron con fuerza, tanto los que se encuentran dentro del balance como aquellos que están fuera del mismo (los primeros se triplicaron y los segundos se multiplicaron por diez).
La aprobación por parte del Congreso estadounidense del proyecto de Ley de Ron Paul, promete generar un impacto profundo en la Reserva Federal y por ende en su política monetaria y para con el sistema financiero. El mayor control implicará la pérdida de una discrecionalidad necesaria en tiempos de crisis lo que obligará a la Fed a optar por una postura más conservadora y prudente en tiempos de bonanza.
Bernanke ha sido nominado para continuar al frente de la Fed, sólo que ahora tendrá más responsabilidades (ya que no puede culpar a Greenspan) y muy probablemente, menos libertades ¿Tiene motivos para celebrar?
Horacio Pozzo