San José, 11 abr (EFE).- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, afirmó hoy que definirá el futuro de la reforma fiscal cuando conozca el fallo íntegro de la Sala Constitucional, órgano que anuló el procedimiento legislativo usado para la aprobación del proyecto.
"No pensamos echar para atrás aún con esta reforma, pero posiblemente tendremos que identificar otras alternativas", expresó Chinchilla en una rueda de prensa, luego de los actos conmemorativos del 156 aniversario de la Batalla de Rivas contra los filibusteros encabezados por el estadounidense William Walker.
"Una vez que la analicemos en todos sus extremos (la sentencia) y podamos valorar lo que implicaría retomar el trámite (legislativo) tomaremos una decisión", aseguró la mandataria.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia indicó ayer en un comunicado que el trámite legislativo tuvo vicios y por lo tanto queda anulado, aunque el fallo completo aún no ha sido notificado.
La reforma fiscal, que pretende recaudar un 1,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) adicional para paliar el déficit que ronda el cinco por ciento, ya había superado la primera de dos votaciones en el Congreso, donde contaba con el apoyo del Partido Acción Ciudadana (PAC), la principal fuerza de oposición del país.
El fallo de la Sala, que no analizó el fondo del proyecto, es la respuesta a una consulta interpuesta después de la primera votación por un grupo de diputados opuestos a la reforma.
Ahora el Gobierno tiene como alternativas presentar un nuevo proyecto al Congreso, reiniciar todo el trámite legislativo con el mismo texto para corregir los errores o descartar por completo la reforma.
Chinchilla dijo hoy que la reforma fiscal es el componente principal para paliar el déficit, pero aclaró que su gobierno impulsa otras iniciativas para fortalecer la lucha contra la evasión y establecer sanciones más fuertes.
Agregó que su Gobierno también ha tomado otras medidas como la reducción del gasto, la congelación de nuevas plazas en el sector público, el freno a los aumentos salariales a los funcionarios de alto nivel y se han fortalecido los instrumentos de recaudación.
Durante su discurso en los actos oficiales, Chinchilla dijo que su Gobierno ha tenido la "valentía", el "coraje" y la "responsabilidad cívica" de impulsar la reforma fiscal, pese a que se trata de un proyecto "impopular".
Agregó que durante esta "difícil e incomprendida batalla por resolver el déficit" el Gobierno sufrió "presiones corporativas, gremiales y mediáticas", ante lo que agradeció "la grandeza" de quienes han apoyado la reforma.
Entre los principales puntos de la reforma fiscal se encuentra la creación de un impuesto al valor agregado del 14 %, que sustituye al impuesto de ventas del 13 %, así como un tributo del 2 % a los servicios privados de educación y salud.
También incluye un impuesto a las zonas francas y el cobro de renta global y mundial. EFE