Quito, 1 sep (EFE).- Juan Núñez, el magistrado ecuatoriano en el
proceso judicial contra la petrolera estadounidense Chevron-Texaco
por supuesto daño ambiental en una zona de la Amazonía, denunció hoy
que las acusaciones de soborno, que vertió sobre él la compañía, son
"una trampa".
"Esto es una trampa total por parte de la Chevron", aseguró Núñez
a Teleamazonas, después de que la empresa lo acusara de formar parte
de una trama de soborno en la que, junto a los demandantes y al
Gobierno de Ecuador, se repartirían tres millones de dólares, tras
dictar una sentencia condenatoria contra la petrolera.
La denuncia de Chevron se basa en una serie de vídeos, grabados
con cámaras ocultas, en los que, según la empresa, se deduce la
existencia de un delito de soborno.
Núñez declaró que en las partes del vídeo donde él aparece en
imagen "jamás" se le dice que le "van a dar una dádiva", "jamás"
acepta que le den "algo", "jamás" está "pidiendo" nada y que "jamás
se pronuncian diciendo que le vamos a dar esto a usted", con lo que
dejó entrever que se trata de un montaje.
De acuerdo con Teleamazonas, Núñez admitió que se reunió en dos
ocasiones con cuatro personas para conversar del caso pero que nunca
se mencionó soborno.
Además, el magistrado aseguró que, como parte del proceso
judicial, él no puede reunirse con representantes de ninguna de las
partes.
En ese sentido, argumentó que si Chevron, tal y como señalan los
demandantes, "mandó a su empleado", a reunirse con él -que
supuestamente sería una de las personas que realizaron la grabación
clandestina-, la empresa le "indujo a que cometa un delito".
Tras realizar las acusaciones de soborno al juez y presentar los
vídeos a las autoridades ecuatorianas y estadounidenses, Chevron
anunció que, en caso de un fallo desfavorable para la empresa, no
pagará los 27.000 millones de dólares que le exigen los demandantes
para reparaciones ambientales e indemnizaciones a los pobladores.
El proceso judicial contra Chevron, que heredó la demanda
interpuesta cuando en el 2000 compró a Texaco, cumplirá el próximo
noviembre 16 años de duración, diez de los cuales se desarrolló en
una Corte de Nueva York.
Según Núñez, que preside además la Corte provincial de Justicia
de Sucumbíos, en el noroeste de Ecuador, donde se lleva a cabo el
juicio, se prevé que para los últimos meses de este año se presente
la sentencia.
En el proceso se pretende determinar si la petrolera
estadounidense es culpable de daños ambientales en una zona de la
Amazonía de Ecuador. EFE