Fráncfort (Alemania), 10 sep (EFE).- El presidente del órgano de
vigilancia de Opel, Carl-Peter Foster, afirmó hoy que la decisión de
GM de vender a Magna constituye un pilar para el futuro de Opel,
pero recordó que la negociación aún no ha terminado.
En una comparecencia ante la prensa en la central de Opel en la
ciudad de Rüsselsheim, Foster, presidente asimismo de General Motors
Europa, advirtió que "todavía hay mucho trabajo de detalle a
realizar en el camino hacia un final exitoso".
Forster destacó igualmente que "un futuro con Magna no significa
de ninguna manera una ruptura con General Motors".
Destacó en ese sentido que GM seguirá siendo el mayor accionista
de Opel y en consecuencia "hay y habrá una estrecha cooperación con
los americanos".
Precisó que Opel carece de los recursos de desarrollo tecnológico
necesarios para luchar y mantenerse en un mercado global.
El consejo de administración de General Motors, reunido en
Detroit, dio luz verde a la venta al grupo liderado por el consorcio
austríaco-canadiense Magna del 55 por ciento del capital de Opel y
de un 10 por ciento a la plantilla.
La transacción prevé que General Motors mantenga el control de
hasta un el 35 por ciento de Opel.
Del 55 por ciento que el fabricante estadounidense cedería a
Magna, este grupo asumiría 27,5 por ciento de Opel, mientras que sus
socios rusos GAZ y Sberbank se harían con otro 27,5 por ciento.
Foster, que se perfila como el hombre fuerte de la nueva Opel con
GM como principal accionista, alabó la decisión del consejo de la
matriz en Detroit de negociar, ahora en exclusividad, con Magna.
"Todos nos alegramos de que se haya encontrado una solución y de
que se habrán las puertas para una cooperación con Magna", declaró
Foster, que compareció ante los periodistas flanqueado por el
presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz.
Según Foster, Magna ofrece grandes oportunidades, especialmente
en el mercado ruso.
Franz, por su parte, se felicitó en nombre de los trabajadores de
la decisión de GM, con la que se pone, dijo, "fin a una verdadera
guerra de nervios", y aseguró la colaboración de la plantilla.
"Me consta de que para General Motors no se trató de una decisión
fácil, pero me alegro de la misma, pues asegura a Opel un nuevo
futuro", declaró Franz y agregó que "los trabajadores de Opel están
dispuestos a contribuir a ese nuevo futuro". EFE