Buenos Aires, 10 sep (EFE).- Las protestas que realizaron hoy
trabajadores de la empresa estadounidense Kraft Foods y del metro de
Buenos Aires desataron un caos de tránsito en la capital argentina y
sus alrededores.
Empleados de planta que Kraft posee a las afueras de Buenos Aires
cortaron este jueves la ruta Panamericana, uno de los principales
accesos a Buenos Aires, para reclamar la reincorporación de 150
trabajadores despedidos.
Fuentes sindicales indicaron que los delegados gremiales y la
compañía aún no han llegado a un acuerdo, por lo que decidieron
llevar adelante el bloqueo.
En el marco de las protestas, los empleados despedidos de la
planta ubicada en la localidad de General Pacheco tomaron esta
semana las instalaciones, donde el pasado lunes se registraron
incidentes entre los trabajadores y las fuerzas policiales.
Los 150 telegramas de despido fueron enviados el 18 de agosto
pasado, tras lo cual se inició un reclamo sindical que derivó en una
conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo
argentino, que obligó a la compañía a reincorporar a los cesantes.
Esos empleados se presentaron entonces a trabajar a la fábrica,
"pero la empresa no les otorgó tareas y los envió a un campo de
deportes a 400 metros de la planta, aislados de los compañeros",
relató Ramón Bogado, delegado de la comisión interna.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, confirmó que "no ha habido
avances en las negociaciones" debido a que "ninguna de las partes ha
dado un paso concreto".
Por el conflicto, la planta de Kraft, dedicada a la producción de
galletas y pastas y en la que trabajan 2.600 personas, está
paralizada desde el viernes pasado.
En tanto, los trabajadores de las seis líneas del metro de Buenos
Aires realizaron este jueves una huelga de dos horas en reclamo de
una subida salarial y de que el Ministerio de Trabajo reconozca a un
nuevo sindicato separado de la Unión Tranviarios Automotor (UTA),
que actualmente los agrupa.
La medida causó un mayor caudal de automóviles en la ciudad,
además de ómnibus abarrotados de pasajeros.
Tomada cuestionó la "metodología reiteradamente utilizada" por
los trabajadores del metro y consideró que este accionar no ayuda "a
la solución del problema planteado". EFE