Gotemburgo (Suecia), 30 sep (EFE).- El economista jefe del BBVA,
José Luis Escrivá, advirtió hoy de que el actual proceso de reforma
del sistema financiero, dirigido a resolver los fallos que
originaron la actual crisis, puede conducir a la "sobreregulación".
Escrivá alertó ante el solapamiento de numerosas iniciativas de
revisión de la normativa financiera, nacional, regional e
internacional, que no siempre tienen un enfoque común y tampoco van
acompañadas de un análisis de la repercusión sobre las entidades.
Durante su intervención en un foro organizado por Eurofi y la
presidencia sueca de la UE, el representante del BBVA fue una de las
voces más críticas en la discusión sobre las lecciones de la crisis.
El economista también rechazó la asociación -en su opinión, cada
vez más extendida- entre el tamaño de las entidades y la propensión
al riesgo.
Esa visión es "simplista", recalcó Escrivá, quien coincidió en
este planteamiento con el consejero del Banco Santander Juan
Rodríguez Inciarte, quien previamente había lamentado en el mismo
foro que el debate internacional sobre los problemas del sector
financiero "se está centrando demasiado en el tamaño".
Según Rodríguez Inciarte, hay otros factores más relevantes para
evaluar la solidez de las entidades, como el modelo de negocio, las
interconexiones y el gobierno corporativo.
Pero esa no fue la única crítica del economista jefe del BBVA
-segundo banco español por volumen de activos, tras el Santander-,
que también reprochó a las autoridades que no estén aprovechando la
crisis para resolver el problema de sobrecapacidad del sector
financiero europeo y para impulsar la competencia en algunos
mercados del continente.
A su juicio, a consecuencia de las turbulencias financieras y el
subsiguiente ajuste vivido por el sector financiero, en el futuro
persistirá cierta aversión al riesgo, lo que llevará a las entidades
a diversificar sus fuentes de financiación y a aplicar un modelo de
negocio menos especializado.
Esto irá acompañado, agregó, de un menor crecimiento de la
demanda de servicios bancarios en los mercados tradicionales, lo que
debería animar a los bancos a apostar por los mercados emergentes.
EFE