Estambul (Turquía), 2 oct (EFE).- El ministro de Hacienda de
Brasil, Guido Mantega, afirmó hoy que las medidas de estímulo fiscal
adoptadas por su país no generan inflación, como han dicho algunos
analistas, que a su juicio especulan con la subida de los intereses.
"Algunos analistas están analizando de forma equivocada la
situación fiscal en Brasil", dijo Mantega en Estambul, donde
participa en los actos previos a la Asamblea Anual del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
"Quieren que se suba la tasa de interés aunque no es necesario"
porque ganan con ello, explicó el ministro, quien subrayó que el
programa fiscal del gobierno "no crea inflación en este momento ni
la creará en el futuro".
El FMI prevé que los precios en Brasil suban un 4,8 por ciento
este año y un 4,1 por ciento en 2010, cifras menores que la meta del
banco central, destacó Mantega.
En su rueda de prensa, el ministro también reveló que el gobierno
brasileño prepara una propuesta para crear un banco de
exportación-importación semejante al que tienen otros países "para
antes de fin de año, de forma que en 2010 ya esté actuando".
El objetivo de la entidad será dar garantías de crédito a las
empresas que llevan a cabo operaciones de comercio exterior.
El ministro destacó los buenos datos económicos del país,
incluida la producción industrial, que creció en agosto un 1,2% con
respecto a julio, su octavo mes consecutivo de aumento, según
informó hoy el gobierno.
"Creo que este impulso se mantendrá", dijo Mantega.
El empuje de la economía brasileña ha atraído en los últimos
meses gran cantidad de dinero extranjero, que busca una mayor
rentabilidad de la que se obtiene en los países desarrollados, un
influjo que no es del todo bueno, según Mantega.
"Nos preocupa el exceso y no la falta de capital", porque la
entrada del dinero hace apreciarse el real, dijo. La subida de la
moneda encarece las exportaciones brasileñas, aunque también modera
la inflación, al abaratar las importaciones.
De cara a la Asamblea del FMI, Mantega dijo que Brasil presionará
para lograr que los países ricos cedan un 7 por ciento de su poder
de voto en el seno de la organización a las naciones en desarrollo.
El G-20 respaldó una transferencia de "por lo menos" el 5 por
ciento en su cumbre presidencial de Pittsburgh la semana pasada.
"El 5 por ciento no es el límite máximo, es lo mínimo", enfatizó
el ministro brasileño. EFE