Buenos Aires, 16 jul (EFE).- Vaca Muerta, para cuyo primer desarrollo masivo firmaron hoy un acuerdo la petrolera argentina YPF y la estadounidense Chevron, es una de las mayores formaciones de hidrocarburos no convencionales del mundo.
Este "tesoro energético" cubre una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados y se extiende por cuatro provincias argentinas: Neuquén (suroeste), Mendoza (oeste), Río Negro (sur) y La Pampa (centro).
De esa superficie total, YPF, bajo control del Estado argentino desde la expropiación del 51 % de las acciones a la española Repsol, posee derechos de explotación sobre 12.450 kilómetros cuadrados, el 70 por ciento de ellos en la ventana de "shale oil" (petróleo no convencional).
En Vaca Muerta también están presentes las estadounidenses Apache, Exxon, Chevron y EOG, las canadienses Américas Petrogas, Azabache, Antrim Energy y Madalena Ventures, la local Gas y Petróleo de Neuquén, Pluspetrol y Tecpetrol, la francesa Total, la alemana Wintershall, la anglo-holandesa Shell, la filial local de la brasileña Petrobras y Pan American Energy, de capitales británicos, argentinos y chinos.
Sin embargo, la que lidera la actividad en esta formación es YPF, la mayor productora de hidrocarburos del país, que ha comenzado ya a desarrollar Vaca Muerta en el área Loma La Lata Norte-Loma Campana, de 395 kilómetros cuadrados.
En este "cluster", adonde se sumará Chevron como socia mediante el acuerdo firmado hoy, YPF ya tiene en actividad 90 pozos de petróleo y planea perforar otros tantos de aquí a finales de este año.
El acuerdo con Chevron prevé la explotación en sociedad de un sector de 20 kilómetros cuadrados de este "cluster", denominado Enrique Mosconi, con una inversión de 1.500 millones de dólares, de los cuales 1.240 serán aportados por la estadounidense.
En una segunda etapa, ambas compañías prevén el desarrollo total de Loma La Lata Norte-Loma Campana, lo que requerirá la perforación de 1.500 pozos para alcanzar en 2017 una producción de 50.000 barriles de petróleo y 3 millones de metros cúbicos de gas natural asociado por día.
Actualmente, en este "cluster" la producción es de 10.000 barriles por día.
Perforar un pozo, que debe llegar a profundidades de entre 2.500 y 3.000 metros para dar con esta formación originada en el jurásico superior, hace unos 130 millones de años, tiene actualmente un costo para YPF de 7,4 millones de dólares, pero el objetivo es llegar a 5,7 millones de dólares.
El desarrollo por parte de YPF de la producción de gas no convencional ("shale gas") en Vaca Muerta es más incipiente: el primer pozo, el Orejano x2, se puso en marcha el año pasado y ya bombea gas al gasoducto del Pacífico, y la petrolera ya dio inicio a un plan para perforar otra veintena de pozos de "shale gas".
Además del pacto con Chevron, YPF ha firmado memorandos de entendimiento con la estadounidense Dow y la estatal venezolana PDVSA con vistas a lograr acuerdos definitivos para desarrollar otras áreas de Vaca Muerta.
De acuerdo con datos de YPF, Vaca Muerta, incluyendo sus áreas y las de otras petroleras, tendría un enorme potencial para la obtención de gas (117 trillones de pies cúbicos) y e importantes recursos de petróleo (40.000 millones de barriles), lo que significa multiplicar por 10 las actuales reservas de Argentina.
Según estimaciones del sector, Vaca Muerta podría desarrollarse por completo en un período de 10 años, pero con un esfuerzo inversor de 25.000 millones de dólares por año. EFE