Trump dinamita las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín a punto de reanudarse en China.
No había hecho más que aterrizar la delegación estadounidense en Shangái, cuando ha utilizado Twitter para señalar que el problema con China "es que no hacen absolutamente nada" de lo que dicen que van a hacer.
No obstante, tampoco se espera mucho de esta ronda de negociaciones, pactada por Donald Trump y Xi Jinping durante la última cumbre del G20, celebrada en Japón.
El caso es que las tensiones comerciales y las amenazas de nuevos aranceles persisten.
"Todavía están pedientes los asuntos a largo plazo, como son la política industrial, la propiedad intelectual, las transferencias obligatorias de tecnología, las subvenciones para las empresas públicas. Esto está pendiente, y la cuestión clave es saber ¿en qué punto se reanudan las negociaciones después de tres meses? ¿Se vuelve al documento de 150 páginas sobre el que negociaban, o qué hacen?", ha dicho el exnegociador comercial estadounidense, Jeff Moon.
Trump sospecha que China quiere ganar tiempo hasta el año que viene, hasta las presidenciales estadounidenses. Aunque si consigue la reelección ya anuncia que las condiciones serán "mucho más duras".