Maribel Izcue
Tokio, 16 oct (EFE).- Botellas de vino de plástico, palillos de
madera ecológica y pasajeros "ligeros de equipaje": es la apuesta de
las compañías aéreas japonesas para reducir sus emisiones de CO2 y,
de paso, rebajar los costes.
Con una serie de medidas y sugerencias cuanto menos originales,
Air Nippon Airways (ANA) y Japan Airlines (JAL), las dos principales
aerolíneas niponas han encontrado nuevos modos de aligerar sus
vuelos y así ahorrar combustible, lo que al mismo tiempo reduce los
gases contaminantes.
Para un vuelo de 830 kilómetros un Boeing 747 utiliza normalmente
unos 13.100 litros de combustible, equivalentes a 70 barriles de
crudo o a 220 depósitos de gasolina de un vehículo, según datos de
JAL.
A menor peso, menor consumo. Y con la competencia feroz existente
entre las aerolíneas, limitar aún más el equipaje permitido a cada
pasajero no parecía una opción muy conveniente, por lo que las
compañías niponas han vuelto la vista a elementos aparentemente
insignificantes.
Así, una de las ocurrencias más originales para aligerar la
"carga" ha sido la de ANA, que durante este mes propone sutilmente a
los pasajeros de 40 vuelos domésticos que "usen el lavabo antes de
embarcar".
"Se trata sólo de una sugerencia que aparece en japonés en las
pantallas de información de las puertas de embarque. No hemos
calculado cuánto peso podemos ahorrar con ello: el objetivo es, más
que nada, despertar la conciencia medioambiental de los pasajeros",
explicó hoy a Efe una portavoz de ANA, Megumi Tezuka.
La propuesta se enmarca en la campaña "Pensando en la Tierra
desde el cielo", que la aerolínea prolongará hasta finales de
octubre en 40 vuelos denominados "e-flights" y que, "si tiene éxito,
se repetirá el año que viene", añadió la portavoz.
Los responsables de la aerolínea también han hecho cuentas con
las botellas de vino: las cerca de 300 que hay en cada vuelo ya no
se sirven en cristal, sino en envases de plástico, lo que permite
una reducción de 128 gramos por unidad.
Gracias a esta medida cada vuelo se aligera en algo más de 38
kilos "y eso se traduce en un ahorro de 810 litros de combustible y
dos toneladas de dióxido de carbono al mes", aseguró Tezuka.
Reciclar los vasos de papel y las botellas de plástico;
introducir un nuevo tipo de vasos fabricados con recursos renovables
y biodegradables; utilizar bolsas de material reciclado o palillos
hechos con madera reciclada son otras de las medidas "verdes" con
las que la aerolínea complementa el programa.
"Uno de los objetivos es reducir residuos, pero el principal es
hacer que los pasajeros piensen en la Tierra", insistió la portavoz.
Según All Nippon Airways, los pasajeros reaccionan positivamente
ante las medidas dirigidas a cuidar el medioambiente.
"Cuando les informamos de que están a punto de embarcar en uno de
los vuelos ecológicos, en general se muestran interesados. Si el
programa es rentable, lo mantendremos en el futuro", agregó.
La principal competidora de ANA, Japan Airlines, está sumida en
uno de los momentos financieros más difíciles de su historia, pero
ello no le ha impedido mantener su propio programa "ecológico" para
reducir la contaminación y, sobre todo, los gastos.
JAL, que ya se pasó a las botellas de plástico el pasado agosto,
ha explorado el acabado de sus aparatos y ha comprobado que un avión
sin pintura exterior pesa 150 kilos menos que uno pintado, según
explica en su página web.
Los aviones de pasajeros son mucho más difíciles de mantener si
no están pintados -pulir el aluminio, asegura, es complicado a causa
de las ventanillas-, pero la aerolínea nipona tiene varios aparatos
sin pintar dedicados al transporte de mercancías.
También mantiene programas de ahorro de combustible en pista y
quiere, si las finanzas se lo permiten, incorporar a su flota
modelos como el Boeing 777, que emite hasta un 37 por ciento menos
de CO2 que los 747. EFE
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