París, 7 feb (EFE).- El Gobierno irlandés subrayó hoy que, una vez abandonado el programa de ayuda solicitado a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI), el país tiene la vista puesta en conseguir una economía sólida, que no repita los errores del pasado.
"No planeamos el retorno del Tigre Celta. Nos hemos dado cuenta de que los tigres son impredecibles, peligrosos, y que es mejor admirarlos en su hábitat salvaje", dijo el viceprimer ministro, Eamon Gilmore, en un coloquio organizado sobre la situación financiera del país en la OCDE.
A diferencia del largo periodo de crecimiento (1995-2008) que les valió esa denominación, el Ejecutivo irlandés, representado también por el primer ministro, el conservador Enda Kenny, reconoció que no se va a repetir la "dependencia excesiva de la especulación y de un sector preciso".
El colapso del sistema financiero tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 obligó al Gobierno centrista de entonces a rescatar la banca nacional y asumir una deuda que acabó poniendo al país bajo el programa de ayuda del que salió el pasado 15 de diciembre.
"La situación de Irlanda ha cambiado completamente, estamos muy lejos del punto en el que estábamos hace tres años. La estrategia para salir (del rescate) estaba claramente definida, y nuestro programa para el futuro es igualmente explícito", indicó el primer ministro.
Los planes gubernamentales pasan por reducir el déficit público hasta el 4,8 % del PIB en 2014, hasta llegar al objetivo del 3 % marcado en el rescate para 2015, así como pasar de la actual tasa de paro del 12,3 % al pleno empleo en 2020.
"Nos hace falta reforzar la recuperación para que esta se pueda medir no solo en términos de estadística, sino perceptible para nuestra población", añadió el primer ministro, apostando por una economía "impulsada por las exportaciones pero también por una demanda interna robusta".
2014, según confirmó Gilmore, va a ser un año clave, "el más importante para Irlanda desde el inicio de la crisis", porque la vía que está emprendiendo el país en la actualidad "es la que va a marcar el futuro en los próximos años".
"El Gobierno no es complaciente solo porque hayamos abandonado el programa", añadió Kenny, consciente de que la actual tasa de desempleo "es demasiado elevada, incluso inaceptable", y de que es necesario restaurar la confianza a nivel local y ciudadano.
El desempleo juvenil, en palabras de su viceprimer ministro, es una "prioridad absoluta, social y económica", y a ese objetivo se le suman el de ampliar los mercados, dotar a la gente de las competencias requeridas en el nuevo entorno laboral, y reconstruir la economía "sobre una base duradera".
"Hemos pasado a una nueva etapa, la de promover nuevas políticas para una mejor vida en Irlanda, y contamos mucho con los consejos y experiencia de la OCDE", concluyó Gilmore, haciendo hincapié en que la consecución de los objetivos económicos "no es un fin en sí mismo", porque debe reflejarse en el día a día de la población. EFE