Londres, 11 nov (EFE).- En un momento delicado para el sector
turístico, obligado a lidiar con la reducción del gasto a causa de
la crisis económica internacional, el turismo diseñado especialmente
para el colectivo homosexual se ha convertido en una mina de oro
capaz de generar importantes beneficios a largo plazo.
Así lo aseguró hoy el consejero delegado de la consultora Out
Now, Ian Johnson, quien señaló que tan sólo en el Reino Unido los
cerca de 3 millones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales
británicos cuentan con unos ingresos totales de 81.000 millones de
libras (89.600 millones de euros), lo que supone un nicho de mercado
"muy atractivo" en estos momentos.
El responsable de esta consultora especializada en el ámbito
homosexual destacó durante una rueda de prensa celebrada en el marco
de la feria World Travel Market (WTM) que se celebra en Londres que
"no se puede cerrar la puerta a un colectivo que mueve 700.000
millones de dólares (467.500 millones de euros) en EEUU y que agrupa
a 12 millones de personas en Latinoamérica, 15 millones de europeos
y más de 1 millón de australianos".
"A los gays y a las lesbianas les encanta viajar y cuando lo
hacen les gusta sentirse bienvenidos y tener la seguridad de que se
les va a tratar con todo el respeto que merecen", indicó Johnson.
Desde hace unos años, son muchas las ciudades que han comprendido
las posibilidades de este negocio y se han presentado como "destino
turístico gay", ofreciendo rutas específicamente diseñadas para este
colectivo.
Este es el caso de Tel Aviv, que a través de una oferta que
mezcla cultura, historia, sol, playa y ocio nocturno, pretende
presentarse como una nueva "capital de la homosexualidad".
En palabras del asesor de Turismo del Ayuntamiento de Tel Aviv,
Yaniv Waizman, la manera de abordar y convencer a este colectivo no
es mediante grandes campañas de marketing, sino "proporcionando a
los turistas gratas experiencias que después vayan contando a sus
conocidos".
Los expertos coinciden en señalar al "boca a boca" como el
principal medio por el que los homosexuales deciden dónde pasar sus
vacaciones, seguido muy de cerca por las redes sociales.
Además, indican que en estos difíciles momentos económicos, la
apuesta por este nicho de mercado que hace unas décadas apenas
aparecía en el mapa se hace ahora indispensable.
De hecho, según los datos de la Asociación de Turismo de Gays,
Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (IGLTA, siglas en inglés), el
poder adquisitivo de este colectivo, su mayor control del tiempo
libre y su curiosidad por conocer otras culturas han hecho que el
"turismo gay" haya sido capaz de resistir la crisis mejor de lo que
lo ha hecho el "turismo heterosexual". EFE