(Actualiza con datos del plan de ajuste)
Lisboa, 8 mar (EFE).- El Gobierno socialista de Portugal presentó
hoy un severo plan de austeridad contra la crisis económica que
prevé reducir el gasto social y militar, gravar con el 45% las
rentas más altas, congelar el salario de los funcionarios, reducir
su número y privatizar bienes públicos.
El primer ministro luso, José Sócrates, se reunió hoy con los
partidos de oposición, que dominan el Parlamento, para explicar el
plan que su Gobierno presentará a la Unión Europea en materia de
Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y que aspira reducir el
déficit fiscal desde el 8,3% en 2010 hasta un 2,8% en 2013.
Según explicó el ministro Finanzas portugués, Fernando Teixeira
dos Santos, con las medidas contempladas, la economía lusa crecerá
de forma paulatina en los próximos cuatro años entre el 0,7%
previsto este ejercicio hasta el 1,7% en 2013, aunque el desempleo,
ahora del 9,7%, apenas bajará al 9,3%.
Los partidos de oposición reaccionaron con silencio, frialdad o
críticas al plan y el dirigente democristiano Paulo Portas dudó de
que pueda impulsar la economía de Portugal, que aunque no está en la
situación de Grecia -subrayó- podría sufrirla si no toma las medidas
adecuadas.
Teixeira dos Santos aseguró que no se van a subir los impuestos a
excepción de las rentas superiores a 150.000 euros anuales, que
serán gravadas con el 45 por ciento, y anunció que también se fijará
un "techo", aún no definido, a las deducciones fiscales que
benefician a los contribuyentes.
Las plusvalías por las operaciones en bolsa pagarán además un
impuesto del 20%, agregó el ministro en declaraciones a los
periodistas.
El plan del Gobierno portugués, que debe ser respaldado en el
Parlamento, aspira a que la deuda pública, uno de los problemas más
graves para las finanzas nacionales, siga subiendo hasta 2012 y tras
situarse ese año en el 90,1 por ciento baje en los dos años
siguientes hasta el 89,3% en 2013.
El Ejecutivo luso obligará a las administraciones locales y
regionales a tener un "endeudamiento cero" en sus cuentas y reducirá
un 40 por ciento las inversiones previstas en las Fuerzas Armadas.
En el sector público se aplicará una congelación del salario de
los funcionarios y se reducirá su número sustituyendo sólo una de
cada dos bajas de personal que se produzcan.
En total el Gobierno socialista, que ya sufrió una huelga de
funcionarios el pasado jueves, espera ahorrar el equivalente al 1%
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país en el gasto de
personal de la Administración.
Anualmente Portugal espera bajar en 100 millones de euros esos
costes, que ahora suponen más del 11% del PIB y en 2013 no deben
sobrepasar el 10%.
En el sector público -y las empresas estatales- no se podrán
equiparar los aumentos salariales a la inflación, anunció Texeira al
recordar que un 75% del gasto del Estado corresponde a costes de
personal y sociales.
En esta última materia el Ejecutivo de Sócrates va a reducir en
los próximos cuatro años el equivalente al 0,5 por ciento del PIB en
el gasto en ese tipo de prestaciones y eliminará o reducirá diversas
ayudas sociales y la extensión del subsidio de desempleo.
Junto a los ahorros previstos en su severo plan de austeridad, el
Gobierno de Sócrates espera ingresar 6.000 millones de euros con la
privatización de bienes y empresas públicas aún no especificadas.
Habrá "un conjunto significativo de privatizaciones" que será
presentado al Parlamento, indicó Texeira, .
Entre las medidas de ahorro también se anunció un retraso de dos
años, hasta 2017, de la línea ferroviaria de alta velocidad entre
Lisboa y la ciudad española de Vigo, vía Oporto.
El proyecto ya se consideraba sujeto a retraso desde que el año
pasado, en una reunión de ministros de Portugal y España, se informó
de los problemas del estudio de impacto ambiental en el tramo de
Galicia, que impedían concluir la obra el mismo año que el tren de
alta velocidad Lisboa-Madrid.
Manuela Ferreira Leite, la presidenta del principal partido de la
oposición, el Social Demócrata (PSD, centro-derecha) no quiso
pronunciarse aún sobre el plan gubernamental que fue, en cambio, muy
criticado por el marxista Bloque de Izquierda por sus medidas
laborales y salariales y las privatizaciones que contempla. EFE