Pekín, 20 mar (EFE).- El gobierno chino vetará la inversión
inmobiliaria a algunas empresas de propiedad estatal para que dejen
de contribuir a la burbuja inmobiliaria después de que una estatal
ofreciera un precio récord por una parcela en Pekín esta semana.
La medida obligará a la mayor naviera del mundo, la estatal china
COSCO (China Ocean Shipping Group), a deshacerse de sus acciones en
su subsidiaria inmobiliaria, Sino-Ocean Land Holdings, después de
que ésta ofreciera 597 millones de dólares (441 millones de euros)
por una parcela de 169.500 metros cuadrados en el centro de Pekín.
Se trata del último récord de precios en la abultada inmobiliaria
china, apenas una semana después de que el primer ministro Wen
Jiabao se comprometiera durante el plenario del legislativo a
rebajar los precios para que la población pueda acceder al derecho
básico a una vivienda.
El diario independiente "South China Morning Post" señala hoy
que, ante el apuro que le ha hecho pasar COSCO, el ejecutivo chino
decidió tomar medidas drásticas y prohibir a las estatales que
inviertan en el recalentado sector.
De esta manera, COSCO International Holdings, que pertenece en un
51 por ciento a COSCO, tendrá que deshacerse del 16,9 por ciento de
acciones que posee en Sino-Ocean Land, considerada ya la promotora
más agresiva del sector chino de los bienes raíces.
La Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales
(SASAC en inglés) pedirá a 78 empresas de propiedad estatal
administradas por el gobierno central cuyo principal negocio no sea
el desarrollo de las bienes raíces que se retiren del ladrillo.
El anuncio fue realizado por el portavoz de la SASAC, Du
Yuanquan, que no dio una fecha específica para la entrada en vigor
de esta medida.
Los precios de la vivienda en 70 ciudades grandes y medianas de
China crecieron un 10,7 por ciento en febrero respecto al año
pasado, según cifras oficiales.
No obstante, un total de 16 empresas de propiedad estatal que
tienen las bienes raíces como su principal negocio, como la
corporación China National Real Estate Development Group y China
Poly Group continaurán en los bienes raíces, indicó Du.
A pesar de que las estatales han empezado a notar la medida en su
cotización bursátil, los analistas creen que ésta no tendrá graves
secuelas en el sector, ya que el total de ventas inmobiliarias de
las estatales chinas fue en 2009 de 32.300 millones de dólares, o un
5 por ciento del total de bienes raíces.
El precio de la vivienda en las grandes urbes chinas subió en
enero un 30 por ciento interanual, con niveles superiores a 30.000
yuanes por metro cuadrado (4.400 dólares) en el centro de Pekín,
mientras que la renta anual per cápita en zonas urbanas fue en 2009
de 2.500 dólares, el triple que los 750 de las zonas rurales.
La burbuja china, que amenaza con afectar al resto del mundo si
estalla, tiene un "origen político", señala Andy Xie, ex economista
jefe para Asia de la banca de inversiones Morgan Stanley, en la
revista International Business Magazine.
Xie asegura que la burbuja está causada por la presión sobre los
gobiernos locales para que impulsen un desarrollo inmobiliario que
sostenga el crecimiento económico y recuperar los fondos con los que
éstos financiaron el paquete de estímulo anti-crisis lanzado por
Pekín en el otoño de 2008.
El economista cree que China ha cometido los mismos errores que
otras economías al bajar los tipos de interés para permitir una
masiva circulación de créditos que van a parar a la improductiva
inmobiliaria, creando una burbuja que estallará en 2012. EFE