Londres, 5 jun (EFE).- El fabricante británico de gabardinas y
otras prendas de vestir Aquascutum se encuentra al borde del
precipicio después de que no se materializase una oferta firme de
compra procedente de Hong Kong.
La decisión se produce días después de que Renown, el fabricante
japonés que compró la marca inglesa en 1990, nombrase como director
ejecutivo a Jukio Ueda tras la súbita renuncia de Kim Winser.
Winser dejó Aquascutum hace dos semanas tras ver rechazada en el
último momento su propia oferta de adquisición de la empresa.
Aquascutum entabló en su lugar conversaciones con el mayorista
YGM Trading, con sede en Hong Kong, distribuidor de las gabardinas
de esa marca en China y otros países asiáticos.
La empresa británica, que tiene más de 340 trabajadores, ha
iniciado un proceso de consultas con la plantilla para tratar de
posibles despidos.
Su propietario nipón estudia la posibilidad de reducir al máximo
la presencia de Aquascutum en Gran Bretaña o incluso cerrarla
completamente, incluida su tienda bandera en pleno centro de
Londres.
Según fuentes citadas por el periódico, el mayorista YGM
difícilmente habría mantenido la presencia de Aquascutum en el Reino
Unido y habría optado por trasladar a su sede de Hong Kong tanto la
producción como el diseño.
Fundada en 1851, Aquascutum fabricó la primera lana impermeable,
utilizada cuatro años más tarde para fabricar casacas para los
oficiales británicos que combatían en la guerra de Crimea.
Su primer cliente de la Casa Real británica fue el rey Eduardo
VII, para quien se creó especialmente una chaqueta a cuadros
príncipe de Gales.
En su cartera de clientes han figurado personajes como la madre
de la reina Isabel II, la primera ministra británica Margaret
Thatcher, y varias estrellas del espectáculo, entre ellas Humphrey
Bogart, Lauren Bacall, Sofía Loren, Cary Grant y Pierce Brosnan.
Por lo que respecta a la dimitida Kim Winser, que convirtió a
Pringle en una marca famosa del mundo de la moda antes de dirigir
Aquascutum, se habla de que podría sustituir a Stuart Rose al frente
de la tradicional cadena británica de grandes almacenes Marks &
Spencer. EFE