César Muñoz Acebes
Washington, 24 abr (EFE).- Los países miembros del Fondo
Monetario Internacional (FMI) se comprometieron hoy a sanear las
cuentas públicas y contener su deuda, en medio de la crisis fiscal
en Grecia, que negocia con la entidad y con Europa un programa de
ayuda para evitar la quiebra.
Grecia no estaba en la agenda oficial de la Asamblea Anual del
FMI y el Banco Mundial, que se celebra hoy y mañana en Washington,
pero se coló inevitablemente ante la amenaza de que los problemas
helenos se contagien a otros países.
El Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, en inglés),
el principal órgano asesor del FMI, manifestó el compromiso
"enérgico" de los Gobiernos de "garantizar unas finanzas públicas
sostenibles y abordar los riesgos de la deuda soberana".
Fuera de la sala magna del Fondo Monetario, donde se reunieron
ministros o gobernadores de bancos centrales de los países que
compone el Comité, el ministro de Finanzas griego, Yorgos
Papaconstantinu, sostenía una serie de encuentros bilaterales para
presionar por un desembolso rápido de los créditos.
Uno de sus interlocutores fue el director gerente del FMI,
Dominique Strauss-Kahn, quien no quiso dar detalles de las
negociaciones.
El Fondo Monetario ha sido criticado en Grecia por las medidas de
ajuste que exige a su Gobierno a cambio de los préstamos, pero
Strauss-Kahn enfatizó que el FMI proporciona recomendación y fondos
"en nombre de la comunidad internacional".
"Los ciudadanos griegos no deberían temer al FMI. Nosotros
intentamos ayudarles", dijo el jefe del organismo en una rueda de
prensa tras la reunión del IMFC, que representa a los 186 países
miembros del organismo.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner,
también se entrevistó hoy con Papaconstantinu, Strauss-Kahn y
representantes europeos para tratar el tema de Grecia, según informó
su Gobierno.
Geithner "les animó a avanzar rápidamente en la puesta en marcha
de un paquete de reformas económicas profundas y de apoyo financiero
concreto y sustancial", dijo el departamento del Tesoro en un
comunicado.
Papaconstantinu, que dará una rueda de prensa el domingo en el
FMI, ha aprovechado el viaje a Washington para verse con algunos de
los Gobiernos no europeos que, como miembros importantes del FMI,
deberán aprobar el programa crediticio, y tenía previstos encuentros
con sus homólogos de Brasil, China, Rusia.
Los Gobiernos de la zona euro han ofrecido a Grecia préstamos por
valor de 30.000 millones de euros (unos 40.000 millones de dólares)
en el primer año, a lo que se añadirá la contribución del FMI, aún
no definida, pero que se estima por ahora en 15.000 millones de
euros.
El Comisario Europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dicho
que se llegará a un acuerdo "a principios de mayo". Grecia tiene que
pagar 8.500 millones de euros (unos 11.000 millones de dólares) en
intereses de su deuda el 19 de mayo.
Los problemas en el país heleno han elevado las primas de riesgo
de los bonos de Portugal, España, Italia e Irlanda, lo que ha hecho
temer una crisis más amplia de deuda.
La Unión Europea es consciente del peligro y en su declaración
ante el IMFC afirmó que los Gobiernos tienen que adoptar un ajuste
fiscal "ambicioso".
La declaración la hizo la vicepresidenta segunda del Gobierno
español y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ya que su
país ostenta la representación rotativa de la Unión Europea.
Salgado alertó de que la recuperación económica podría perder
fuelle y entrar en otro período de debilidad cuando los bancos
centrales suban las tasas de interés y los Gobiernos pongan fin a
los programas de estímulo.
Pero los problemas presupuestarios de Grecia han demostrado el
peligro de no prestar atención al déficit.
Salgado advirtió de que mantener la actual expansión
presupuestaria durante demasiado tiempo podría hacer "insostenible"
el nivel de deuda en el viejo continente. EFE
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