Teresa Bouza
Washington, 13 may (EFE).- British Petroleum (BP) ultima hoy los
detalles para instalar una nueva caja sobre la principal fuga de
crudo en el Golfo de México en medio de crecientes señales de
posible negligencia antes del accidente que causó el desastre.
La compañía, que intentó instalar sin éxito otra caja de mayor
tamaño, afirmó en un comunicado divulgado hoy que la estructura para
recolectar el crudo se encuentra ya en el fondo marino y que espera
completar su instalación "en los próximos días".
Advirtió, de todos modos, de que el éxito de la operación "no
está asegurado" ya que un sistema como ese no se ha usado nunca a
1.500 metros de profundidad.
Mientras tanto, siguen fluyendo al mar al menos 800.000 litros de
crudo a diario, en un derrame que comenzó el 22 de abril, dos días
después de la explosión y hundimiento de la plataforma Deepwater
Horizon gestionada en concesión por British Petroleum.
BP prevé recolectar con el recipiente hasta el 85 por ciento de
ese crudo y bombearlo posteriormente a un barco en la superficie,
unos planes que se vieron frustrados en el primer intento ante la
formación de gas cristalizado en el interior de la caja que obturó
el conducto por el que debía transportar el petróleo.
La nueva caja se ajustará mejor sobre la fuga, lo que en
principio dificultaría la entrada del agua gélida de las
profundidades marinas que favorece la formación de cristales.
Por lo demás, la empresa informó hoy que los costes relacionados
con la limpieza y contención del derrame han alcanzado ya los 450
millones de dólares, frente a los 350 millones anunciados el lunes.
Según los últimos datos divulgados hoy, más de 530 embarcaciones
trabajan en el esfuerzo conjunto de BP y el Gobierno de EE.UU. para
contener el derrame.
A eso se suman los más de 120 vuelos que se han realizado para
rociar químicos dispersantes que fraccionan el petróleo en
partículas pequeñas e impiden que este flote.
BP asegura que desde el inicio de la operación se han recogido
97.000 barriles de agua con restos de petróleo.
La campaña de contención incluye también la instalación de miles
de metros de barreras flotantes para prevenir que el petróleo llegue
a la costa.
El dispositivo humano incluye a unas 13.000 personas, entre
empleados de BP, otras compañías y agencias del Gobierno.
Además, 16.000 personas se han registrado para participar como
voluntarios en los cuatro estados que se ven amenazados por el
derrame: Luisiana, Alabama, Misisipi y Florida.
La empresa divulgó ayer por la noche el primer vídeo del derrame
en el Golfo de México en el que se ve cómo un enorme chorro de
petróleo fluye libremente al mar.
La compañía dijo haber hecho públicas las imágenes a raíz de la
insistencia de los medios de comunicación.
Mientras tanto, sigue surgiendo información de que la empresa
ignoró las señales de advertencia que revelaban la existencia de
problemas en el pozo que exploraba para su posterior explotación en
el área que bautizó como Macondo.
En ese sentido, el diario The Wall Street Journal informó en su
edición de hoy que la empresa optó por finalizar el trabajo en la
plataforma el mes pasado a pesar de que las pruebas sugerían que se
había filtrado un gas altamente combustible en el pozo.
La empresa planeaba cerrar el pozo temporalmente antes de
reabrirlo para su explotación.
El Journal menciona que la decisión de la empresa de retirar el
fluido denso que se utiliza en la fase de exploración y que
dificulta la salida de gas del pozo antes de que este se selle con
cemento plantea dudas sobre el buen criterio de BP en las horas
previas a la explosión.
Dos contratistas mencionados por el Journal indicaron que el
sistema de sellado de cemento hubiera sido una medida adicional de
seguridad para impedir la salida de gas del pozo y su subida por el
conducto de prospección que podía propiciar una explosión. EFE
tb/pgp/acb