BRUSELAS (Reuters) - La Unión Europea está movilizando a más de 50 países para detener el comercio de productos utilizados para la tortura o la pena de muerte, lo cual podría complicar las ejecuciones efectuadas en EEUU, dijo esta semana la comisaria de Comercio de la UE.
El bloque instará en septiembre en las Naciones Unidas a que se forme una alianza contra el comercio de artículos destinados a la tortura y ejecuciones como, por ejemplo, las porras con clavos o los cócteles de medicamentos letales. La iniciativa llega después de que el año pasado la UE aprobase legislación para reforzar su propia prohibición a las exportaciones de dichos productos, dijo la comisaria de Comercio Cecilia Malmstrom en una rueda de prensa.
La abolición de la pena de muerte es un principio fundamental de la política exterior de la UE y también es un requisito para aquellas naciones que quieran entrar a formar parte de la unión de 28 países.
"La tortura está prohibida en todo el mundo bajo la ley internacional pero, pese a todo, cosas horribles ocurren y los productos capaces de ser utilizados para torturar a la gente pueden ser comercializados por todo el planeta y también para ejecutar a gente", dijo Malmstrom, una liberal sueca que en su pasado como comisaria europea de Asuntos de Interior y diputada de la UE se reunió con víctimas de tortura e hizo campañas sobre cuestiones de derechos humanos.
La comisaria dijo que la alianza estaría destinada a controlar de forma más eficiente la exportación de productos que puedan ser utilizados para la tortura, y también tendría como objetivo ayudar a las autoridades de aduanas a detener el comercio de estos bienes mediante asistencia tecnológica e intercambio de información.
"Estamos comprometidos a proteger los derechos humanos, a luchar contra la tortura y por la prohibición de la pena de muerte, así que esto es una alianza para tomar medidas concretas que detengan este mercado tan horrible o que por lo menos consigan que el acceso a estas herramientas sea más difícil", dijo Malmstrom.
El endurecimiento de las leyes europeas, incluyendo una prohibición a las exportaciones de inyecciones letales en 2011, está complicando las ejecuciones en EEUU al reducir el suministro de fabricantes de grandes cantidades de tiopental sódico, un anestésico que compone dichas inyecciones.
Mongolia, que prohibió la pena de muerte en 2015, y Argentina, que tiene leyes similares a la UE, lanzarán la iniciativa junto con la UE durante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de septiembre en Nueva York.
La Comisión dijo que esperaba que más de 50 países se uniesen el día del lanzamiento. Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Noruega están entre los países de los que se espera que apoyen la iniciativa.
Malmstrom dijo que los países con los peores índices de violaciones de derechos humanos no habían sido invitados, aunque eran libres de comparecer el día de la presentación. Según Amnistía Internacional, Irán, Arabia Saudí y China fueron los estados que más ejecuciones efectuaron el año pasado.