En las calles de Barcelona, las reacciones no se han hecho esperar. Algunos catalanes han mostrado su apoyo incondicional al cesado Carles Puigdemont y han aplaudido su decisión de entregarse a la Policía Federal belga, insistiendo en que la justicia española no es parcial. Otros se han mostrado más cautos y respetuosos con las instituciones, tanto belgas como españolas.