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Paloma Almoguera
Ginebra, 11 ago (EFE).- El desempleo juvenil alcanzó niveles
históricos a causa de la crisis económica global, con una tasa
mundial del 13 por ciento en 2009 y la perspectiva de que aumente
este año, según informó hoy la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
"Los jóvenes ya no saben dónde ni cómo buscar empleo", dijo
Steven Kapsos, economista de la "Unidad de Tendencias de Empleo" de
la OIT en Ginebra, donde se presentó el informe sobre Tendencias
Mundiales del Empleo Juvenil 2010 con ocasión del lanzamiento del
Año Internacional de la Juventud de Naciones Unidas.
Según el informe, de los 620 millones de jóvenes económicamente
activos en el mundo entre 15 y 24 años, 81 millones estaban
desempleados a finales del 2009, el número más alto de la historia.
En porcentaje, el desempleo juvenil aumentó del 11,9 por ciento
en 2007 al 13 por ciento en 2009, y la OIT espera una subida de
hasta el 13,1 por ciento para finales de año.
Los agoreros pronósticos no mejorarán hasta el 2011, año en que
se espera que el paro juvenil descienda al 12,7 por ciento, una tasa
todavía más sensible que la que registrará el desempleo entre
adultos.
Además, dentro de este grupo son las mujeres las que afrontan más
dificultades a la hora de encontrar trabajo; en 2009, la tasa de
desempleo juvenil femenina fue del 13,2 por ciento, en contraste con
el 12,9 por ciento entre los hombres.
El desalentador escenario hace que ya se hable de la "generación
perdida", que denomina al "grupo de jóvenes desanimado que, después
de una larga y frustrada búsqueda de empleo, se excluye del mundo
laboral", explicó Sara Elder, economista de la OIT.
Estas tendencias acarrearán "importantes consecuencias para los
jóvenes a medida que nuevos candidatos que ingresan al mercado
laboral se sumen a las filas de los desempleados", señala el
informe.
En suma, un legado de la crisis mundial que se percibe en las
economías desarrolladas, y en algunas emergentes, en términos de
aumento del desempleo y de riesgos sociales asociados con la
inactividad prolongada.
Según el estudio, en las economías en desarrollo -donde vive el
90 por ciento de los jóvenes- la juventud es más vulnerable al
desempleo y la pobreza, por lo que la crisis se traduce en menor
cantidad de horas trabajadas y en reducción de salarios para los
pocos que pueden mantener un empleo formal.
"Los jóvenes de los países en desarrollo se emplean en
actividades poco o nada remuneradas y se hacen cada vez más
vulnerables", destacó Elder.
En consecuencia, 152 millones de jóvenes -cerca del 28 por ciento
de todos los jóvenes trabajadores en el mundo - trabajaron en 2008
pero permanecieron en la pobreza extrema al disponer de menos de
1,25 dólares al día.
"El resultado es que el círculo de la pobreza laboral persistirá,
al menos, otra generación", dijo Kapsos.
Por su parte, la Unión Europea registró un aumento del 4,6 por
ciento del desempleo juvenil en 2009, su mayor subida de la
historia, y especialmente acentuada en países como España y Reino
Unido, donde la crisis golpeó de forma especial al sector juvenil.
Mientras para casi todas las regiones esperan leves mejorías para
2011, la OIT prevé que las tasas de desempleo continúen subiendo en
Oriente Medio y en África del Norte.
A pesar de que "no existen recetas inequívocas" para superar este
problema, afirmó Elder, la OIT recomienda a los gobiernos que no
dejen de invertir en educación y que generen políticas de inserción
laboral para los jóvenes.
En vistas a superar este bache laboral, la OIT exhortó a los
gobiernos a "aprovechar" la crisis para evaluar estrategias que
hagan frente a la desventaja laboral de los jóvenes, así como
impulsar programas que combinen políticas educativas y laborales.
"Los jóvenes son el motor del desarrollo económico, desaprovechar
este potencial es un desperdicio económico que puede menoscabar la
estabilidad social", concluyó Kapsos. EFE
pav/vh/son