Por Philip Pullella
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - El Papa Francisco defendió con fuerza a los inmigrantes el domingo en la Misa de Nochebuena y los comparó a María y José cuando buscaban un lugar donde quedarse en Belén, afirmando que la fe exige dar la bienvenida a los extranjeros.
Francisco, quien celebra su quinta Navidad como líder de los 1.200 millones de católicos apostólicos romanos del mundo, ofició una misa solemne para unas 10.000 personas en la Basílica de San Pedro, mientras muchos más seguían el servicio desde la Plaza de San Pedro.
La lectura del Evangelio en la iglesia más grande del cristianismo recordó la historia bíblica de cómo María y José debieron viajar desde Nazaret a Belén para ser registrados en un censo ordenado por el emperador romano César Augusto.
"En los pasos de José y María se esconden tantos pasos. Vemos las huellas de familias enteras que hoy se ven obligadas a marchar. Vemos las huellas de millones de personas que no eligen irse, sino que son obligados a separarse de los suyos, que son expulsados de su tierra", dijo Francisco.
Incluso los pastores que la Biblia dice fueron los primeros en ver al Niño Jesús "tenían que vivir al margen de la sociedad" y eran considerados extranjeros impuros, sostuvo. "Todo en ellos generaba desconfianza. Hombres y mujeres de los cuales había que alejarse, a los cuales temer", agregó.
"NUEVA IMAGINACIÓN SOCIAL"
Vestido con atuendos blancos en una iglesia adornada con flores, el Santo Padre llamó a una "nueva imaginación social (...) donde nadie tenga que sentir que en esta tierra no tiene lugar".
El Sumo Pontífice de 81 años, hijo de inmigrantes italianos en Argentina, ha hecho de la defensa de los inmigrantes una plataforma importante de su papado, lo que frecuentemente lo ha enfrentado con políticos.
El nuevo canciller de Austria, Sebastian Kurz, se alineó con vecinos europeos como Hungría y República Checa al oponerse a las propuestas respaldadas por Alemania para distribuir a los solicitantes de asilo entre los estados miembros del bloque.
En las elecciones de septiembre en Alemania, el partido de extrema derecha y retórica anti-inmigración Alternativa para Alemania (AfD) logró significativos avances, lo que fue interpretado como un voto de castigo a la política de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel y llevó la inmigración a lo más alto de la agenda de las negociaciones para formar una coalición de Gobierno.
El partido italiano Liga Norte, cuyo líder Matteo Salvini suele pronunciar encendidos discursos contra los inmigrantes, conseguiría una importante votación en las elecciones nacionales del próximo año. Una ley que daría la ciudadanía a los hijos de inmigrantes nacidos en Italia está estancada en el Parlamento.
En su homilía, Francisco dijo "nuestra carta de ciudadanía" viene de Dios, lo que hace del respeto a los inmigrantes una parte integral del cristianismo.
"Esa es la alegría que esta noche estamos invitados a compartir, a celebrar y a anunciar. La alegría con la que a nosotros, paganos, pecadores y extranjeros Dios nos abrazó en su infinita misericordia y nos impulsa a hacer lo mismo", refirió Francisco.
El papa también criticó a los traficantes de personas que ganan dinero de inmigrantes desesperados y los llamó "Herodes de turno" con sangre en sus manos, una referencia a la historia del rey bíblico que ordenó la matanza de todos los varones recién nacidos en Belén debido a que temía que Jesús lo sustituyera.
Más de 14.000 personas han muerto intentando realizar el peligroso cruce del Mar Mediterráneo hacia Europa en los últimos cuatro años.
En Navidad, Francisco dará su bendición bianual "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
(Reporte de Philip Pullella; Editado en Español por Ricardo Figueroa)