Londres, 21 jul (EFE).- La propuesta de la oposición conservadora
británica de abolir la actual Autoridad de Servicios Financieros y
devolver todo el poder regulador al Banco de Inglaterra ha suscitado
críticas en algunos sectores.
El director general de la patronal británica, Richard Lambert,
citado hoy por el Financial Times, calificó el plan de "muy radical"
y dijo que deja muchas preguntas sin contestar.
"Por ejemplo, la de cómo se gestionaría la transición a la nueva
estructura, quién sería responsable de regular mercados y valores, y
si el Banco (de Inglaterra) estaría en condiciones de cumplir todas
sus nuevas funciones.
Varios abogados de la City de Londres señalaron también que la
propuesta echaría a perder uno de los pocos éxitos de la Autoridad
de Servicios Financieros porque no aclara suficientemente quién
investigaría y quién actuaría contra eventuales abusos del mercado.
El actual responsable del Gobierno laborista para los asuntos
relacionados con la City, lord Myners, declaró al Financial Times
que la propuesta conservadora causaría "fuertes perturbaciones"
cuando lo que quiere actualmente la gente es que el regular se
centre en la supervisión bancaria.
Según Myners, devolverle al Banco de Inglaterra el poder de
supervisión del sector financiero, que tenía antes de la reforma
laborista de 1997, contribuiría a minar la moral del personal de la
Autoridad de los Servicios Financieros y distraería al personal del
Banco de las tareas que tiene en mano.
"El Banco de Inglaterra no quiere tener que regular pequeñas
sociedades hipotecarias", dijo Myners en tono crítico.
Fuentes de la propia Autoridad de Servicios Financieros dijeron a
la prensa que las propuestas de reforma del sector que anunció el
lunes el líder tory, David Cameron, son "desmoralizadoras" para un
ente que se ha esforzado los últimos años en la lucha contra el
fraude hipotecario y el abuso de la información privilegiada.
El portavoz para asuntos financieros del pequeño Partido Liberal
Demócrata, Vincent Cable, criticó la que calificó de "pelea de
niños" entre el gobernador del banco y el presidente de la FSA, lord
Turner, para dirimir quién debería llevar la voz cantante.
Cable advirtió de las consecuencias negativas de este tipo de
peleas burocráticas y dijo que, en su opinión, la Autoridad de
Servicios Financieros debería continuar en sus funciones de
regulador del sector.
Lo importante, para el dirigente liberal demócrata, es centrarse
en temas prácticos como la conveniencia de fragmentar los bancos
seminacionalizados como Lloyds y Royal Bank of Scotland antes de su
devolución al sector privado o indicar el nivel impositivo de los
banqueros mejor remunerados. EFE