Quito, 16 abr (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó hoy que la Federación de Choferes Profesionales haya convocado a una jornada de protesta para el próximo 25 de abril, en desacuerdo con unas reformas a la Ley de Tránsito, que endurecen las sanciones por infracciones cometidas.
"Creo que va a ser un fracaso, pero todos a rechazar tanta audacia quieren que deroguemos las reformas a Ley de Tránsito que sanciona más drásticamente a los choferes irresponsables, a las cooperativas irresponsables", dijo Correa en su informe semanal de labores.
Puntualizó que se trata de "ciertos dirigentes" de transporte que secundan el anunciado paro y reconoció que la gente tiene derecho a protestar pacíficamente, pero advirtió que se aplicará la ley si se registra el bloqueo de carreteras o actos de violencia.
"Todos los ciudadanos a rechazar el 25 de abril ese pretendido paro del transporte", reiteró.
El pasado miércoles, Ricardo Onofre, presidente del gremio del transporte, señaló que "el 25 de abril todos los choferes ecuatorianos bajaremos nuestros brazos y no conduciremos" las unidades del servicio público en todo el país.
Señaló que su gremio se siente afectado por el endurecimiento de las sanciones y que, a la par, las autoridades deberían revisar el esquema de tarifas del transporte.
Otro de los dirigentes, Carlos García, manifestó que la jornada de protesta incluirá fuertes medidas de presión como el cierre de "puentes y carreteras".
García dijo que su gremio no teme a la posible represión policial o que se abran procesos judiciales contra los promotores de las protestas.
Si ello ocurre, dijo, el Gobierno deberá construir "cárceles para todos los choferes" en el país.
No obstante, los transportistas indicaron que la jornada de protesta será sólo ese día para evitar que su acción sea utilizada en la campaña electoral de cara a la consulta popular convocada por el Gobierno para el 7 de mayo que, entre otros fines, busca reformar el sistema judicial. EFE